Los opuestos se atraen, las almas gemelas se unen | BTS J-HOPE / SUGA |

Capitulo 12

-¿A dónde vamos?

-A beber algo, tengo ganas de estar contigo en un ámbito diferente que al del auto.

-No quiero, ya comí y bebí algo en ese lugar.

-¿Que has comido?

-Carne de cerdo

-¿Te gusta la carne de cerdo?

-Si, pero no mucho...

-Ahora siendo sincera, repito ¿Te gusta la carne de cerdo?

-No... - Estar con Hoseok me hacía sentir segura, no había necesidad de mentir ni ser algo que no soy, porque el es como yo soy.

-¿Que bebiste?- Preguntó.

-Cerveza.

-¿Te gusta?

-No...

-¿Entonces porque comes y bebes eso?

-No se – Me volví a avergonzar de mi comportamiento. J-Hope largó una pequeña risa.

-Increíble- Dijo por lo bajo. Una calma me inundó al notar que él había sido quien dijo ''increíble'' cuando insulté a Sulli...

-¿De dónde conoces a Sulli? - Me prermití preguntar.

-¿A que viene eso? - Frunció el ceño mientras continuaba manejando sin apartar la vista del camino ni por un segundo.

-Curiosidad.

-¡Vaya, ya llegamos! -Evadió la pregunta. Mi cabeza se llenó de preocupación.

Nos encontrabamos en una preciosa cafetería, la misma tenía un aspecto parecido a la casa de Hoseok, cálida.

En el frente junto a las pequeñas y numerosas luces blancas, las cuales tenían una semejanza a las navideñas, había una gran vidriera que nos permitía ver el interior. Las pequeñas mesas eran de madera fresno, mientras que las paredes tenían revestimientos de madera haya blanca.

Al entrar pude sentir la tranquilidad del lugar, una suave  música de fondo sonaba. Relajé mis oídos, al escuchar esa melodía, mis ojos, al ver ese bellísimo lugar perfectamente iluminado, mi olfato, al sentir ese delicioso aroma a café y próximamente mi gusto, al probarlo.

Nos sentamos junto al ventanal, las luces que colgaban de este, casi abarcando su totalidad, nos iluminaban. Una joven se acercó para tomar nuestro pedido.

-Un café y una porción de torta de chocolate con frutilla. - Le dijo a la muchacha, luego me miró - ¿Y tu? - Estaba totalmente sorprendida, puesto que pensaba ordenar lo mismo que él.

-Lo mismo.

La joven anotó, nuestro pedido en una pequeña libreta, la cual dejó en una de las solapas de su rosado delantal medio.

-¿Cuál es tu bebida caliente favorita? - Preguntó

-¿Cuál es la tuya? - Necesitaba saber si las anteriores coincidencias no eran solo una simple casualidad. ''Di café'' Pensé.

-Café, ahora dime la tuya.

-Café... Que miedo, es como si fuésemos almas gemelas... - Me atreví a decir.

-¿Acaso sabes que es un alma gemela Joy?

-Claro, dos personas iguales. - El rió

-No, eso sería personalidades gemelas, pero en sí, un alma gemela realmente es el amor en su máxima expresión, no genera odio, relaciones conflictivas, o celos. Sólo genera amor.

-Vaya... Eso no lo sabía – Dije reflexionando sus palabras mientras miraba a un punto fijo.

Mi celular comenzó a sonar, este reposaba sobre la mesa, apenas me había sentado lo había dejado allí, con la pantalla mirando hacia arriba. La misma decía ''Suga''. Observé a Hoseok, el también la estaba mirando seriamente, como si me estuviera rogando no responder...

-Hola – Respondí.

-¿En donde estas? ¿Lograste llegar bien a tu casa?

-Oh.. Si ¿Tu sigues allí? - De repente Hoseok comenzó a toser exageradamente.

-¿De quien esa tos? - Preguntó desde la linea. Mierda.

-Mía, ando mal de la garganta – Le dirigí una mirada de odio a Jhope y este comenzó a reír en silencio. En ese preciso instante la mesera llegó con nuestro pedido.

-¡Gracias! ¿Podría traernos algo de azúcar? - Le dijo a la joven en tono absurdamente alto. La muchacha le señaló que ya había en la bandeja, era obvio que lo había dicho solo para que Suga lo escuchara.

-¿Estás en una cafetería? ¿Con quien?

-Debo irme, adiós – Corté rápidamente y apagué el teléfono. Jhope no lograba parar de reír. Decidí no dirigirle ni una palabra hasta que sesara.

-¿Tanto te preocupa que te quiera? - Me dijo mientras le ponía azúcar a su café.

-No me preocupa eso.

-¿Entonces qué? ¿Que te hace ser alguien que no eres para agradar? - No respondí, no sabía como.

Pensé en algo que me gustaría preguntarle... tenía tantas dudas en mi mente, pero elegí la que tomaba mayor dominio de mis pensamientos.

-Hoseok...

-Dime – Me sonrió con los ojos.

-¿De donde conoces a Sulli?

-Ah... eso... es una larga historia.

-Tengo tiempo – Eran aproximadamente las once de la noche y lo que menos tenía era tiempo, pero podría soportar un regaño de mi padre a cambio de saciar mi curiosidad. Tomé un sorbo de café y me dispuse a escucharlo.