-Oh... Suga ¿Que haces aquí? - Estaba sentado en uno de los escalones. llevaba unos jeans rotos a la altura de la rodilla, una chaqueta de cuero y una playera blanca. Creí que eso solo se usaba en los 80'. Su cabello estaba totalmente empapado, sostenía un cigarrillo, el cual no se había apagado por la lluvia gracias al pequeño techo de la entrada, justamente estaba liberando el humo de este por su boca en el momento en que me vio.
-¡Joy, estás bien! - Dijo poniéndose de pie a toda prisa mientras lanzaba el cigarrillo a un lado.
-Si... ¿A que viniste? - Me crucé de brazos
-Minerva me dijo que tu no tenías hermanos, en ese preciso instante comencé a buscarte pero ya no estabas, te llamamos cientos de veces, por último le pregunté en donde vivías y aquí estoy ¿Ese imbécil quien era?
-Déjalo, no tengo ganas de hablar... – ''No tengo ganas de hablar contigo'' Pensé. Se acercó a mi, colocó sus manos en mis codos aferrándome.
-¿Te hizo algo?
-No mas que tu, idiota. – Me zafé de el y tomé las llaves de mi casa del bolsillo.
-¡¿Que te he hecho?! - Levantó el tono de su voz, lo que me enfureció aún mas.
-¡Te aprovechaste de mi! Querías subirme a uno de los cuartos, ¿Acaso crees que soy imbécil? Me hiciste embriagarme para aprovecharte.
-Yo nunca te obligué a tomar algo que no quisieras, admítelo, estabas cansada de tu vida aburrida, jamás te sentiste como ayer, jamás te divertiste tanto como ayer. - Era verdad, pero escucharlo de su boca me enfurecía.
-Lárgate... - Suspiré mientras entraba a mi casa, Suga introdujo su pie en el estrecho entre la puerta y el marco para que yo no pudiera cerrarla. - No me molestes. - Respondí a punto de perder la paciencia. En un abrir y cerrar de ojos estaba en mi casa y cerró la puerta detrás de el - ¿Que.. que.. que haces? – Tartamudee, estaba aterrada, mi padre no estaba en casa puesto a que esa hora debería estar trabajando. - Vete ahora.
-Claro que no, aquí estoy a gusto, además me terminé mojando de pies a cabeza por tu culpa y no me ofreces ni una toalla, que descortés – Dijo mientras le echaba un vistazo a la casa con la mirada.
-Esta bien... lo siento, ahora iré a buscar una – Me dirigí al baño, realmente no lo sentía, lo dije solo para tomar mi celular y llamar a alguien, por mas de que esté aterrada, la idea de marcarles a mi padre o a la policía parecía sumamente exagerada.
Tomé el celular que estaba sobre la mesa de camino al servicio, una vez dentro de este comencé a buscar el numero de Minerva desesperadamente, entre los contactos estaba Hoseok, ¿En que momento se había agendado?
-''El psicópata de tu amigo Suga se metió dentro de mi casa, ¿Como pudiste decirle en donde vivía? Además, ayer me quería llevar a los cuartos ¡Es un pervertido psicópata! Ven a ayudarme, dile que se vaya.''- Apenas terminé de enviarle ese mensaje de texto a Minerva, escuché la voz de Suga del otro lado de la puerta.
-Oye, enfermaré, dámela y ya. -Salí del cuarto con una toalla azul. Al entregársela noté que mi mano temblaba, y el también lo logró ver - ¿Estas asustada Joy? - Dio un paso acercándose a mi - ¿Que tipo de persona crees que soy?
Comenzó a secarse el cabello y se colocó a un lado del radiador dándose calor mientras frotaba sus manos, yo no le sacaba los ojos de encima, se podría decir que lo observaba a 2 metros de distancia con los brazos cruzados, apoyada en una de las paredes.
-No tengo nada mas que hacer aquí.- Se dio media vuelta dirigiéndose a la salida dando pasos lentos. Mi celular vibró en el bolsillo del abrigo que llevaba puesto, era Minerva.
''Idiota, yo le dije que te llevara al servicio de arriba y mojase un poco tu rostro con agua fría, ya que estabas súper ebria. Por otra parte, hoy, cuando le pregunté si se habían ido juntos, me dijo que tu hermano te fue a buscar, en cuanto le dije que no tenías uno fue corriendo a tu casa'' Al terminar de leer, el mensaje caí en la cuenta de que era una imbécil. Para mi suerte Suga recién estaba abriendo la puerta de la entrada.
-¡Suga espera! - Grité, este se dio media vuelta, aún sin soltar el picaporte, me dirigió una mirada atenta. - Lo siento, fui una idiota, Minerva me contó que ella te... -Cerró la puerta y se acercó a mi-... había enviado arriba, y hoy solo viniste porque estabas preocupado, en serio, malinterpreté todo – ''Como siempre'' Dije para mis adentros – Lo sient...- El selló mis labios con un beso salvaje, no lo vi venir, me tomó de la nuca acercándome bruscamente, quedé con los ojos abiertos de par en par por la sorpresa, intenté apartarlo de mi, pero el se negaba y continuaba.
-Déjate llevar – Susurró apartándose a un milímetro de mis labios. Olía a tierra mojada, su piel era tan pálida que parecía estar enfermo.
-No, está mal – Lo aparté.
-Suenas como una niña de nueve años, decidiéndote por lo que está mal o bien y no por lo que te gusta. - Me acercó hacia el tomándome de la cintura. -Entonces, no importa la moral, si no te gusta, apartame. - Volvió a besarme ¿Que debía hacer? ¡Me dijo niña de nueve años! Tenía ganas de golpearlo por eso, pero alejarme nuevamente de su beso me haría quedar como aquello que no quería. No quería parecer una niña, no quería que pensara que soy infantil y aburrida. Continué besándolo. Me estrechó entre sus brazos, escuché el ruido del cuero de su chaqueta.
El sonido de mi celular nos interrumpió, gracias al cielo, Suga se apartó de mi lentamente mordiéndose el labio inferior y cerrando los ojos, al igual que los puños. Al parecer estaba disgustado por la inoportuna llamada, al tomar el teléfono vi que era Minerva, no dudé en responder.
-¡Joy! ¿Que sucedió con Suga? ¿Lo echaste de tu casa al fin? - Dijo mi amiga sin dejarme siquiera saludar. Por un segundo creí morir de vergüenza, el teléfono tenía el volumen alto, no estaba en altavoz, pero con el silencio de la habitación era muy fácil que Suga lo escuchara.
-Oh.. no, estoy con el, aquí – Me aparté un poco de el para que no lograra escuchar nuestra conversación.
-¡Joy eso es increíble! ¡Eres la envidia de todas las jóvenes que conozco! -Me sentí culpable por sentir felicidad de eso.
-¿Por que?
-Um.. Aún no lo logro comprender, ¿Será su rebeldía? ¿Su seriedad y malgenio? ¿Su rechazo a todas las jóvenes que se le acercan? Quizás todas quieren poseer lo difícil, el premio mayor... - Lo observé de reojo al mismo tiempo que escuchaba a mi amiga, este estaba observando los adornos de la sala, mientras los rosaba con la punta de sus dedos, me limité a mirarlo y pensar ¿Que tiene este chico de especial?
Luego de cortar el teléfono me acerqué a el.
-Ya paró de llover, creo que puedes irte. - Dije apoyando mi mano derecha en un sofá de la sala.
-¿Ya paró? Wow, que suerte porque planeaba que fuéramos a algún lado. - Miré por la ventana.
-Ya está anocheciendo, además mi padre llegará pronto.
-Creía que eras una persona divertida Joy, pero creo que me fijé en la chica equivocada. - Luego de decir esas palabras se dio media vuelta dirigiéndose a la salida. Debía sentirme ofendida y furiosa, pero me sentía triste por no cumplir con sus expectativas, y angustiada por dejar ir de mis manos la oportunidad que muchas chicas no obtuvieron.
-¿A donde quieres ir? - Se frenó justo frente a la puerta de salida dándose media vuelta. Al voltear me enseñó una sonrisa.
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Los opuestos se atraen, las almas gemelas se unen | BTS J-HOPE / SUGA |
Fiksi PenggemarJoy es una adolescente de carácter débil e influenciable, solo un poco de aprobación social podría hacerla realizar las cosas que mas detesta. Por otra parte están Hoseok y Suga. ¿Los opuestos se atraen o las almas gemelas se unen? Una historia de a...