No así

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Advertencia: Este capítulo contiene una escena de consentimiento dudoso

Finalmente llegó el día y era bastante aterrador, por decir lo menos. De los dos, Erick era evidentemente más ansioso. Estaba prácticamente en medio de todo esto, se dividía entre su padre y su amado. Si algo saliera mal, él sería la persona que más se lastimaría emocionalmente al final porque seamos sinceros... la vida rara vez sale como la planeamos. Erick Colón estaba muy nervioso, pero de alguna manera tuvo la sensación de que esta noche iba a terminar bien. Su padre podía ser un poco intimidante, pero en el fondo era muy buena persona. Sin embargo, Erick no estaba demasiado preocupado por Christopher porque sabía que su novio también se comportaría muy bien. Después de todo, iba a conocer a su futuro suegro.

Erick había puesto mucha fe en Christopher esta noche.

El empresario y su secretario se tomaron de la mano mientras se dirigían al restaurante después de que Christopher le entregara la amada llave del auto al valet. Christopher los había llevado allí ya que Richard Camacho continuaba en San Francisco mientras ellos estaban en Los Ángeles. A pesar de ser constantemente un hijo de puta, Christopher pensó que sería cruel dejar que Richard viajara hasta Los Ángeles solo para que él pueda tener una cena decente con la familia Colón. Si le preguntaran a Erick el pensaría que eso era muy dulce por parte del vampiro.

"Caray, este lugar está tan lleno de gente." Christopher refunfuñó cuando finalmente estuvieron dentro del restaurante. Estuvo allí solo unos minutos, pero ya se había encontrado con gente conocida dos veces.

Erick sonrió, colocando una mano reconfortante en la espalda de Christopher para calmarlo. El hombre de cabello negro eligió ese lugar porque era uno de los favoritos de Erito. No era demasiado elegante, pero se había asegurado de que estuviera considerado dentro del estándar de Christopher ya que el vampiro era bastante exigente con la comida que comía.

"Llegamos demasiado temprano." Christopher se quejó una vez más, sintiéndose fuera de lugar.

Decidido a poner fin a la miseria de Christopher, Erick se acercó al jefe de la estación de meseros con una sonrisa plasmada en sus labios. "Reserva a nombre de Christopher Vélez."

"Oh." El señor pareció desconcertado. Miró de un lado a otro a Erick y Christopher un par de veces, volviéndose más inquieto a medida que pasaban los segundos antes de finalmente tomar control de sí mismo y sonreír a los dos hombres frente a él. "Por aquí, señores."

La curiosidad de Erick se despertó, pero no dijo nada al respecto. Quizás el hombre se sorprendió al conocer en persona al exitoso y famoso Christopher Vélez. Siguió al hombre de traje a su mesa con Christopher a su lado. Ambos estaban bien vestidos para la ocasión. Christopher vestía una camisa de cuadros de color púrpura claro de manga corta con botones, un chaleco de Merino azul marino y un pantalón vaquero azul oscuro mientras Erick se tomaba la libertad de usar la ropa que había comprado en New York semanas antes y le encantaba la forma en que lucía esta noche. No era por presumir, pero lucía muy sexy con sus pantalones de cuero desgastado de Balmain color gris y una camisa azul marino con bolsillo con cremallera doble.

Sí, Erick Colón y Christopher Vélez llevaban ropa coordinada en tono azul marino esta noche... como lo harían las parejas de jóvenes enamorados.

Christopher estaba charlando con Erick mientras caminaban por el concurrido restaurante hacia su mesa cuando de repente alguien con prisa golpeó accidentalmente al hombre de pelo castaño. Algo había golpeado a Christopher directamente en su pecho, empujando el aire fuera de él por el rápido impacto. También sintió un pinchazo en el cuello e inmediatamente miró hacia arriba, listo para gritarle al culpable de arruinar su noche. La mayoría de los comensales del restaurante ya los estaban mirando.

Uno En Un Millón - ChrisErickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora