Sería lo justo de esa manera

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Al día siguiente, Erick se enorgullecía de ser un hombre feliz. Hace menos de veinticuatro horas, todo había cambiado. Honestamente, no había esperado que Christopher pronunciara esas hermosas palabras, al menos no para él, pero parecía que nada era imposible. Este tipo de cosas solo existía en sus sueños de antes cuando era solo un niño pequeño. Parecía extraño y Erick aún no podía comprender esta vida de cuento de hadas que tenía ahora.

Christopher Bryant Vélez estaba enamorado de él.

Christopher lo tenía todo y, sin embargo, se enamoró de un tipo como él, así que sí, la verdad era difícil de comprender en este momento. Erick era solo el hijo de un mecánico, que vivía en una zona suburbana de Los Ángeles y casi no termina la escuela secundaria debido a todo el acoso que había enfrentado. No era rico y ciertamente no tenía una cara esculpida perfectamente por Dios como Christopher, pero por razones desconocidas y extrañas, el vampiro estaba locamente enamorado de él.

No era un personaje de Disney, pero Erick Brian Colón había encontrado su propio Príncipe Azul.

Erick conscientemente se dirigió a la sala del personal para preparar un café matutino para él y Christopher, sonriendo cortésmente a todos los que pasaban. Este era su segundo día trabajando para la propia compañía de Christopher y todavía se sentía fuera de lugar. Algunos de sus nuevos colegas eran amables, siempre le devolvían la sonrisa, pero otros lo miraban de manera extraña, como si fuera una especie de alienígena.

"No me gusta." Erick inesperadamente escuchó una voz proveniente del salón.

"¿Quién? ¿El tal Colón?" Otra voz declaró. Erick se congeló, al escuchar su nombre ser mencionado. Él se relajó, escondiéndose detrás de la pared.

"Sí, él."El primer chico habló de nuevo. "De todas formas, ¿De dónde lo sacó Christopher? ¿En qué demonios estaba pensando cuando contrató a ese hombre?"

"Es el señor Vélez para ti, David." Un tercer tipo comentó, sonando molesto.

Erick continuó escuchando como el primer chico, David, que volvió a hablar una vez más. "¡Y hablando de eso, ese secretario no es parte del personal de Imagine Productions! ¡Tiene un contrato privado con Christopher! No hubo una entrevista ni una carta de recomendación, ¿verdad? ¡Colón es solo otro de los amantes de Christopher!"

Amantes

Erick se encogió, no queriendo ser etiquetado por nadie, especialmente cuando aquella etiqueta estaba totalmente equivocada.

"Venga, David... no seas idiota." El segundo chico dijo con calma. "Incluso si lo es, el Presidente lo sabe mejor. No lo mantendría en la empresa si fuera un inútil."

"Nick tiene razón. Conozco a Christopher personalmente, así que mi sugerencia es: deja de husmear en sus asuntos si no quieres perder tu trabajo." El tercer tipo puso fin a la tonta discusión.

Erick escuchó a David gruñir. "En mi opinión, ese tipo de Colón debería dejar de tratar de mezclar negocios con placer y seguir siendo solo un amante más."

Ahí estaba la palabra otra vez: amante. Erick realmente odiaba esa palabra porque él no era uno. Los otros hombres con los que Christopher había estado eran los verdaderos amantes, mientras que él no. Christopher no lo trataba como a uno de esos hombres. No era una relación sin sentido. Christopher lo amaba, el vampiro mismo se lo dijo.

"Suficiente, David." El tercer tipo lo regañó.

Erick se decidió. Sería valiente al respecto porque no tenía nada que ocultar. Es cierto, estaba cogiendo con su jefe, pero no era un simple amante Respiró hondo y salió de su escondite. Entró en la sala del personal con una sonrisa, fingiendo que no había escuchado nada.

Uno En Un Millón - ChrisErickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora