Sobre mi cadáver

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Erick Brian Colón actualmente estaba contento con todo. Su hijo iba a cumplir cuatro meses en menos de una semana, tenía una pequeña familia increíble, un padre cariñoso y futuros suegros razonablemente agradables. Aunque Jenny parecía distante, Jonathan era increíble como tío y Leonardo estaba tratando de ser una mejor persona. Con el paso del tiempo, también fue perdonando lentamente a Christopher porque resultó que el hombre de ojos color avellana era un padre extraordinario. Esta vez Christopher no lo estaba haciendo para complacer a Erick, realmente estaba comprometido con ser un mejor padre para David. Erick podía ver la sinceridad y la felicidad en los ojos de Christopher cuando el vampiro estaba con él y su hijo.

Pero Christopher todavía se sentía notablemente incómodo con David.

Estaba seguro que necesitaba mucha práctica.

Y hablando de eso, Erick decidió embarcarse en una misión. Iba a recuperar a su viejo Christopher. Su prometido estaba bien en la mayoría de los aspectos, pero físicamente, Christopher necesitaba con urgencia un cambio de imagen. Primero necesitaba un corte de cabellos porque sus flecos se estaban volviendo muy incontrolables y si continuaba dejando que Christopher se dejara crecer el cabello, existía la posibilidad de que Christopher luciera como una mala versión de Juanes cuando era joven. Christopher también necesitaba afeitarse su barba porque, honestamente, comenzaba a verse como un hombre de las cavernas. Y, por último, Christopher tenía que ser alimentado. Su prometido lucía muy, muy flaco para su gusto. Incluso los pómulos del vampiro se veían prominentes y su rostro demacrado. Christopher era alto de estatura y con él perdiendo tanto peso, se veía mucho más larguirucho que antes y por supuesto eso hizo que Erick se preocupara muchísimo más.

Las fases uno y dos de su nueva misión, que consistían en hacerle un corte de pelo a Christopher y deshacerse de la barba, tuvieron éxito, así que ahora era el momento de la tercera y última fase.

Fue increíblemente divertido ver la reacción de David cuando vio por primera vez al "nuevo" Christopher. El niño parecía no poder reconocer a su propio padre. Se había quedado mirando a Christopher sin pestañear y con el ceño fruncido. Incluso parecía que estaba en modo de precaución cuando Christopher se acercaba mucho, pero en el momento en que Christopher abrió la boca y comenzó a hablar con él, todas las incertidumbres desaparecieron del rostro del niño y comenzó a chillar de alegría como siempre lo hacía cuando sus papás. estaban alrededor.

David Alejandro Vélez-Colón era sin duda un niño extraordinario.

"David Alejandro Vélez-Colón". Pronunció Erick dejando escapar un suspiro de satisfacción. No podía dejar de decir el nombre. Estaba tan orgulloso de su familia.

"Es un nombre realmente largo." Christopher comentó distraídamente.

Erick entrecerró los ojos, pellizcando rápidamente la mejilla de Christopher. Estaban en el piso de madera del dormitorio, Christopher se encontraba acostado con la cabeza sobre los muslos de Erick. "Dijiste que podía nombrarlo, así que no puedes quejarte Ya está ese nombre en su certificado de nacimiento y, además, a mí me gustan los nombres... mucho, así que me importa una mier-miel lo que piense la gente."

Christopher miró hacia arriba, arqueando una ceja. "¿Te importa una miel? ¿De verdad, Erick? ¿No puedes pensar en nada mejor que eso? Debería pronunciar los insultos"

"Solo cállate." Erick respondió mientras se inclinaba hacia abajo y le daba a Christopher un beso en los labios.

Christopher exhaló con satisfacción cuando se separaron segundos después. "No puedo esperar para salir de aquí... y regresar a nuestra propia casa. No más tratar con personas falsas con motivos ocultos."

Uno En Un Millón - ChrisErickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora