Eres repugnante

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Erick Brian Colón seguramente disfrutaba estando embarazado. Tenía lo que la gente llamaba el brillo del embarazo. Sin embargo, todavía estaba en las primeras etapas de su embarazo y aún no se empezaba a notar mucho, pero sabía que estaba allí, dentro de él... un bebé. Él estaba en la luna, Christopher sin embargo no estaba tan emocionado como lo estaba Erick por el embarazo. La preocupación de su prometido, lamentablemente, seguía intacta, pero Erick podía ver los ojos de Christopher brillar un poco cada vez que hablaban del bebé.

El bebé.

Erick definitivamente no podía esperar hasta estar lo suficientemente avanzado para conocer sobre el sexo del bebé y así poder comenzar a referirse al bebé como él o ella. Sin embargo, Christopher ahora ya había dejado de referirse a su hijo como "cosa", y eso era bastante agradable y reconfortante porque su bebé no era una cosa, él o ella era una persona. Su médico, Michelle Brown, a quien se suponía que debía ver antes, era en realidad una gran mujer. Ella lo mantuvo actualizado sobre su progreso y los crecientes riesgos también, haciendo que Erick tomara todas las precauciones que pudiera. La Dra. Brown no era vampiro y tampoco estaba involucrado con vampiros. La única relación que tenía con la criatura sobrenatural era estrictamente como médico-paciente.

Erick pensó que tenía que dejar de referirse a los vampiros como una criatura, considerando que su prometido y su hijo por nacer eran uno de ellos. La palabra de repente le pareció dura a sus oídos. Definitivamente estaba sesgado ahora cuando se trataba de este tipo de cosas.

Erick le sonrió a Christopher mientras caminaban de la mano hacia el auto. Recién estaban almorzando después de su primera cita con la doctora. Todo iba bien por ahora. Mientras caminaban por la calle, Erick percibió la actitud no tan extraña de Christopher. Habían estado juntos durante bastante tiempo y sabía cómo funcionaba la mente de Christopher. Como ahora, entrelazando sus dedos firmemente en su agarre y de vez en cuando besaba los labios de Erick... Christopher no estaba solamente mostrando afecto, estaba revelando su posesividad - su lado alfa.

Christopher estaba marcando su territorio. Mostrando que Erick le pertenecía.

Los hombres que eran lo suficientemente inteligentes, ni siquiera se atreverían a pestañear ante Erick porque sin lugar a dudas se estarían buscando problemas. A Erick no le importaba ser controlado por Christopher de esa manera porque conocía al verdadero Christopher más que nadie. Sabía que Christopher tenía buenas intenciones. Acarició el pecho de Christopher y se acercó cuando Christopher gruñó por enésima vez ese día solo porque un par de adolescentes los miraron.

Y fue entonces cuando vio a Isabela Mendoza y Leonor García.

Con una sonrisa en su rostro, Erick se acercó a sus amigas. "Hola chicas."

Isabela y Leonor miraron hacia arriba simultáneamente. Sus rostros se iluminaron y rápidamente atrajeron a Erick para abrazarlo. Sin más preámbulos, Erick fue arrastrado a un asiento con sus antiguos colegas. Estaba contento de haberle pedido a Christopher que esperara en el auto porque solo Dios sabía cuánto tiempo demoraría.

"Te extrañamos mucho, Erick." Leonor le dio una palmada a Erick en el hombro.

"Yo también los extraño chicos." Erick respondió. "Tenía la intención de llamarlos, pero mi agenda está bastante apretada."

"Mentiroso. Ahora eres demasiado de la realeza para mantenerte en contacto con nosotros, los campesinos". Bromeó Isabela.

"Cierto." Erick continuó la broma mientras reía.

Las dos mujeres rieron junto con Erick. Erick estaba feliz y agradecido de haber conocido a Isabela y Leonor. Realmente extrañaba a sus amigas. "¿Como va vuestra vida?"

Uno En Un Millón - ChrisErickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora