Mire para todos lados en busca de ayuda, no estaba preparada para verlo. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo dejándome paralizada. Brandon tomo el primer paso y mientras se acercaba no dejaba de mirarme. Olvide mi sweater, mi mochila, mi amiga y todo lo que me rodeaba.
— No puedo creerlo, Sofia— su voz era mucho más linda que por llamada, era entera y suave. No puedo creer que estés aquí.
Le sonreí tímidamente y dejé que me abrazara. Quizás era lo encantador de su perfume lo que me hacía sentir en un completo éxtasis. Había crecido demasiado, mi cabeza estaba a la altura de sus hombros y sus brazos largos no eran muy robustos, pero se sentían fuertes.
Al instante notó mi piel de pollo y lo fría que me sentía, se quitó su campera roja y la puso en mi espalda.— ¿No vas a decir nada? — dijo al mismo tiempo que mantenía su sonrisa.
— Ella está muy emocionada, son los nervios— dijo Lara.
— ¡Oh! Lara, lo siento mucho... olvide que estabas...
— Entiendo Brandon, sienten lo mismo— Lara le dio unas palmaditas en los hombros en manera de saludo.
— ¿Que estamos esperando? Salgamos de aquí, vayamos a recorrer California— Dijo Brandon justo cuando quise abrir la boca y decir "gracias''.
Acto seguido fuimos detrás de el en busca de la salida, cargamos las valijas en el baúl de su auto y nos dirigimos a nuestro lugar de hospedaje. Quise sentarme atrás con Lara, pero el abrió la puerta delantera y me hizo señas para que subiera. No podía negarme, eran solo diez minutos de viaje y la presencia de Lara hacía que todo sea más sereno.
Fueron diez minutos eternos. Intentaba sacar conversación, pero eran escasas. Lara siempre me daba una mano en seguir hablando, pero Brandon estaba un poco serio. Supuse que el tráfico no lo dejaba concentrarse tanto, apenas me miraba cuando decía algún chiste malo y de lo idiota que me sentía al perder mi sweater en el aeropuerto. Trate de evitar toda pregunta de Lara sobre nosotros dos, si éramos muy amigos, si nos extrañábamos (que era obvio). La mire por el espejo retrovisor y le hice señas con los ojos para que se callara un poco. Brandon captó la escena y soltó una leve sonrisa. Una hermosa sonrisa.
Estacionó en el hotel The Westin Los Ángeles Airport. Fascinada por su cantidad de habitaciones, Brandon nos contaba que ya lo había visitado y que le parecía ideal para nosotras. Lara quiso adelantarse en buscar nuestra habitación, mientras que Brandon y yo nos quedamos en el estacionamiento. Era hora de despedirnos. Se cruzo de brazos y se sentó en la parte delantera del auto.—Ay...Sofia— dejo caer un suspiro y miró al cielo. Hablabas más por teléfono. Me miró esperando una buena respuesta.
— Necesito descansar, mañana será diferente.
—¿De verdad? No te creo— se encogió de hombros
No podía contener la risa al ver su cara de profesor preocupado por el alumno que traía las más absurdas excusas por sus incompletas tareas.
— Tendrás la razón, pero no toda— dije levantando el dedo índice. Se echo a reír y al momento volvimos en silencio —Es que... las llamadas eran fluidas, más fácil para hablar, pero personalmente todo es más...— Real
— Y difícil— dije ruborizada
— Entonces ¿me hablaras solo por una pantalla? — No quise responderle que sí, pero esa era la respuesta.
— ¡No! Quiero decir... ¿Ya quedo atrás ese Brandon Garner tímido de la primaria?
Intenté cambiar de tema— Eso trato, Sofí— achino los ojos y trato de verme así.
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A un beso de distancia
Novela Juvenil¿Qué harías al encontrar una foto de la infancia y recordar ese amor inocente que sentías por tu mejor amigo? Sofía no buscaba enamorarse. Sofía quería desafíos, pero no imaginaba algo tan grande.