Parte 19

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Tae Ra seguía avanzando por en medio de las ramas, algunas la golpeaban y otras aruñaban su piel, había tenido que dejar el abrigo porque era pesado y le quedaba grande  y no podía pasar con este puesto, así que quedaban los remanentes del vestido. Sobre ella escuchaba algunos drones y otro tipo de equipos que no alcanzaba a identificar pero siempre volaban encima. En un punto comenzó a escuchar pasos detrás  y cuando se volvió vio a un servidor del príncipe bastardo siguiéndola en medio de las ramas y apuntándola con un arma, intentó alejarse lo más que pudo por en medio de la espesura de los árboles y logró salir a un espacio lo suficientemente depejado y empezar a correr con todas las fuerzas que sus piernas aún guardaban. El sirviente continuó siguiéndola logrando salir al claro al igual que ella. En medio de la persecución podía alcanzarla pero siguió corriendo zigzagueando para intentar ocultar su rastro. Aún así lo percibía respirándole en el cuello, como si fuera la muerte dispuesta a alcanzarla.

El dron que sobrevolaba encima de ella se puso en posición de ataque y encendió la luz de seguimiento el tiempo suficiente para iluminarla a ella y al perseguidor. La cámara  especializada tomó la imagen y se la envío a quien estaba manipulándolo a muchos metros de distancia. Shi Hyun supo que quién seguía emitiendo la señal de rastreo era la reina y estaba sola, en ese momento no tenía tiempo de preguntar por la dama de la corte aunque la preocupación siguiera comiéndoselo vivo, apuntó al perseguidor y lanzando una herida mortal impactó en la cabeza.

Tae Ra se detuvo al escuchar el impacto y se volvió hacia el ahora cadaver sorprendiéndose de permanecer tranquila cuando tanta muerte seguía desplegándose ante sus ojos. El radio que portaba el cadaver comenzó a emitir sonidos extraños como si algo o alguien estuviera robandose la señal, por un segundo creyó que de trataba de Gon pero reconoció la fría voz al otro lado de la línea, aunque no le produjo menos emoción, porque era una conexión sumamente directa con su esposo que... no sabía que pensaba de ella en ese momento pero por todo el despliegue del que alcanzaba a ser testigo había puesto atención a su mensaje, lo cual indicaba que aún tenía esperanza.

–Tome el radio, alteza debo darle instrucciones – Shi Hyun logro intervenir el intercomunicador del soldado muerto para darle instrucciones a ella. Por lo que el dron del seguimiento que seguía sobrevolando mostrando su posición estaba siendo completamente rodeada por personas ajenas a la fuerza pública. Ella debía salir de ahí y la única manera era que llegara a donde estaba el resto del ejército. Pero para eso debía guiarla y logró hackear la señal del radio con la suya en comunicación directa con el rey, que podía escucharlo todo más no intervenir.

–¿Hola?- tomó el radio con manos temblorosas a medida que su agudo sentido del oído le seguía avisando que seguían acercándose más personas al acecho. –¡Hola!- fue un susurro de voz en grito, probó con todos los botones agradeciendo que el aparatejo no hiciera sonidos excesivos que delataran su posición. Acercó su mano al oído del muerto y aparando la vista pensando en que si él no estuviera muerto ella no estaría viva, le sacó el auricular y se lo puso en la oreja. Guardando el radio en su desajado sostén especial para el vestido que portaba se concentró en su propia oreja. Por ese medio podía escuchar mejor y era el capitán hablando. Su corazón se hinchó de emoción y regocijo una vez más pensando en que el podía ayudarla, debía saber como, ya había tenido su vida en sus manos en más de una ocasión, y no podía desconfiar en ese momento.

–Está siendo monitorizada por una cámara especial de calor, y un rastreador que ha sido instalado en su cuerpo– el estómago de la reina se encogió al recodar la manera en que ese rastreador debió ser puesto y el miedo a ser envenenada que tuvo entonces. Todo esto, la presencia del capitán y lo que parecía ser la fuerza aérea del reino en pleno, ¿era por eso que le inyectó el ex jefe de policía?– estamos siguiendo sus pasos pero debe escucharme y hacer todo lo que le diga. Alrededor de diez personas se están acercando a su posición así que debe ocultarse tras el tronco del roble que se encuentra a su derecha. Está muy cerca de estar a salvo pero necesito que cuando se lo ordene corra como nunca lo ha hecho hacia su derecha y no se detenga hasta llegar al claro que eventualmente encontrará –

El Rey Tirano y la Actriz NarcisistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora