Parte 11

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Jo Shi Hyun leyó el pedido de la reina que la dama de la corte Myung trajo con cierto recelo, el mismo que Hye Mi pero lo hizo tal como se lo prometió a la reina.

La ceja inquisitiva de Shi Hyun comenzaba a evaluar esa posibilidad y lo que el rey pensaría y diría al respecto. Igualmente era su deber informarlo y así lo haría. Hizo una reverencia para retirarse y ella la respondió haciéndo lo mismo sin volverse a mirarlo con el rostro arrobado como siempre. Sintiéndose incómodo por ese sutil intercambio se marchó hacia el despacho del rey que estaba en medio de una reunión con los miembros del consulado real discutiendo el tema de la entrada de algún alcohol importado internacionalmente y los pros y contras que habían.
Dejó la carpeta de peticiones a un lado del escritorio de su majestad y se puso en posición de vigilia hasta que él terminara. Cuándo el consulado siguió con otros temas Gon tomó la carpeta indiferentemente y leyó el contenido a conciencia. Shi Hyun notó cómo levantaba las cejas y sonreía levemente.

Negando con la cabeza siguió pendiente de su reunión hasta que esta dio fin.

–Así que eso es lo que desea. Me preguntó si quiero conocer los motivos.– dijo dando vuelta a la carpeta en sus dedos rememorando lo que ahí decía.

–¿Quiere intentar escapar?– fue la sugerencia de su capitán concordándo con la sospecha de él pero Gon sentía que no era específicamente por ese motivo, lo cual lo llevaba a sentir la misma curiosidad por el pasado de su esposa.

Los movimientos que recordaba que empleó con él cuando intentó escapar hablaban de conocimientos básicos y eso pudo aprenderlo de niña. Parecía querer perfeccionarlos y por un momento pensó si era buena idea ceder en este asunto. Confiaba en sus propias habilidades y las de su gente los suficiente como para reducirla siempre que fuera necesario, si es que su intención era aprender cómo defenderse para pelear con el que fuera y emprender un nuevo intento de huir .
De igual manera tampoco le convenía que ella supiera más que él pero no le importaría que ella aprendiera a defenderse más de otros. Los humanos siempre estaban en peligro de ser lastimados por personajes de la misma especie y aunque en el palacio a ella no podía pasarle nada, era un pedido que a la larga no le costaba concederle. Sería divertido, en algún punto de su formación luchar con ella y ver hasta donde estaba dispuesta a aprender.

–Consigue al mejor entrenador de artes marciales del reino— dijo pasándole la carpeta al capitán y volviéndose a concentrar en la próxima reunión que cambió de tópico a la exportación de salmón especial coreano. Contrariado, pero como siempre compelido a obedecer, Shi Hyun comenzó a hacer las llamas de rigor.

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Kang Hyung Jae (Kang Sin Jae en la republica de Corea) recibió un mensaje de la jefatura, era extraño que contactaran por algún motivo especial teniendo en cuenta que su estación de policía era la mejor establecida del reino y aunque todos decían que era por él la verdad era que su equipo de trabajo y unidades investigativas eran quienes debían llevarse todo el  crédito.  Todos decían que tenían éxito porque era él quien los comandaba con su indomable instinto para atrapar a los malos. Era el jefe de policía de Haeondae y el mejor entrenador de artes marciales del Reino Independiente de Corea.

Le dijo adiós a todos y tomando su auto se dirigió a donde el jefe de jefes le dijo que tenía una reunión planeada con gente de la realeza. Nunca tuvo trato con nadie de ese medio porque lo único que realmente le interesaba era la seguridad de su ciudad pero el pedido, por lo que dijo el jefe, era bastante oficial e importante.

Conociendo lo poco que conocía del rey no debía ser algo ligero y se preguntó qué tan grave podía ser aquello de lo que iba a enterarse. Estacionó y pasó por el frente de una serie de guardias reales que se encargaron de requisarlo y retirarle todas las armas que tenía. Como conocía del protocolo se dejó hacer esperando a ser conducido frente a su jefe. Cuando entró al despacho se dio cuenta que el rey no estaba ahí, en su lugar el famoso capitán de la guardia real con quien entrenó en la misma academia le devolvió la mirada.

El Rey Tirano y la Actriz NarcisistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora