El inicio

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Disclaimers: Los personajes son propiedad de J.K. Rowling y son utilizados sin ánimo de lucro alguno.

Este drabble/viñeta forma parte del Drinny-Con 2020, organizado este año por la página de facebook "Drinny All The Way".

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El partido de Quidditch estaba por comenzar en diez minutos y su cita todavía no había llegado, posiblemente esa era la razón por la cual sin quererlo estaba inquieto caminando de un lado a otro dentro del palco que había pedido exclusivamente para ellos, sin nadie más que los molestara y pudiesen charlar tan plácidamente como quisieran y sobre lo que quisieran.

Una extraña sensación inundaba su cuerpo con el presentimiento de que no llegaría, ya que en el último momento alguien la había convencido de que no lo hiciera, porque él no era una persona digna de confianza, pero a seis años de la batalla de Hogwarts él creía que habían dejado el pasado de cada uno atrás, olvidado.

Retorció un poco más el panfleto que tenía en las manos como muestra clara de su irritabilidad en esos momentos, desde luego que quería gritar tanto como una banshee y dejar a todos sordos, era algo mínimo que podían hacer por él y su frustración, aunque no lo merecieran.

La gente comenzó a guardar silencio y el silbato se escuchó dando inicio al partido amistoso entre Inglaterra y Checoslovaquia, golpeó una de las butacas con el panfleto y gruñó irritado él sólo había conseguido esas entradas por que ella había expresado cuantas ganas tenía de ir y que las entradas se habían agotado en segundos.

El chico salió del palco dejando todo atrás, iría directo a casa y se distraería en lo que pudiera con tal de olvidar aquella cita tan desastrosa, bajó las escaleras detrás de las gradas para poder salir del estadio.

—Hey –escuchó la voz de la pelirroja que le habló.

Se giró para asegurarse de que era ella y no un espejismo creado de su necesidad por que aquella cita sucediera.

—Pensé que no vendrías –sonrió ella –el partido ya comenzó.

—Lo sé, te he estado esperando en el palco –informó –como creí que no vendrías, decidí irme.

—Ven aquí, te guardé un asiento, al final conseguí que alguien me vendiera sus entradas ya que no podrían asistir.

—Ya te había invitado antes –rebatió.

—Desde los mundiales de quidditch, donde reaparecieron los mortífagos, no disfruto un partido en el palco, es más divertido verlo entre los aficionados, así que ven aquí.

—Creo que voy a negarme, el sol...

—Vamos, ven aquí –sonrió estirando su mano e invitándolo a unirse a ella.

El rostro normalmente pícaro de la joven en esta ocasión se dejaba ver inocente como si no se tratase de una broma o algo por el estilo, con ella siempre había que tener precaución.

—Bien, ahora muéstrame tu lado fanático ¿bien?

—No estoy muy seguro de querer hacer eso.

—Estás entre un grupo de personas que adora este juego, que apoya a su selección, y no se inmuta ni avergüenza de su pasión, no creo que noten mucho tu presencia, a lo máximo, serás otra persona más con la cual festejar.

Al parecer, Ginny Weasley había tenido razón al respecto de que nadie notaría su poca inhibición salvo ella, que verlo apasionado por algo como el quidditch le ayudaba mucho más a encontrarlo peculiarmente más atractivo que minutos antes.

—Tienes razón, se disfruta más los partidos aquí que en los palcos.

—Desde luego, pero ¿cómo podría saberlo un niño rico sino se junta con la gente pobre? –Le sonrió divertida y volvió su vista al partido.

Draco sonrió al verla tan tranquila conviviendocon él, hacía seis años jamás habría pensado que algo así entre él y GinnyWeasley sería posible.

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