Préstamo

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La nieve traía consigo muchas cosas, pero principalmente los cierres, y era algo que sin duda le agradaba, cada fin de año le daba la oportunidad de cerrar un ciclo y comenzar algo nuevo, una vida nueva, una rutina nueva, siempre había un mar de posibilidades que traía un ciclo cerrado.

Desde hacía un par de semanas, había estado planteándose la posibilidad de emprender un negocio, quizás no sería el boom, como el de sus hermanos gemelos, pero podía intentar, además no tenía prisa de ser una sensación en ventas, le gustaban los inicios tranquilos.

—Sí, sin duda me parece una buena idea –comentó Draco al ver los bocetos que le había mostrado.

—No, ya, en serio, acudí a ti porque necesito una opinión certera, si te parece una estupidez, dilo, no te detengas por herir mis sentimientos, ya no queda mucho de eso –sonrió.

Él la observó frunciendo el cejo, sin duda los planes de la chica eran visionarios, y podía imaginar que aquello pintaría para ser un gran éxito, más ella con todos los buenos contactos que tenía en la materia, aunque suponía quién era la razón por la cual creía que eso no funcionaría.

—Creo que es una idea genial, deberías hacerlo.

—Debería –hizo un mohín –pero aún me quedan doce meses y 365 días del próximo año –sonrió.

—En realidad serían...

—Sí, me refiero que iniciaré con ello a partir del primero de enero.

—Con ello ¿qué es con ello? –Elevó una ceja.

—La inversión, no puedo dejar mi empleo, necesito un préstamo y...

—Según tus notas, Nott apoyaría con un poco a la inversión inicial.

—Bien usadas las palabras, apoyaría, pero no le gustó el planteamiento de la idea, lo comprendo, es mucho dinero a invertir, posiblemente yo tampoco lo haría.

—Bien, dime ¿has pensado en algo más para la inversión? ¿Socios?

—Quiero que sea mío el lugar, mientras más gente detrás de esto, más cuentas tendré que rendir, y no me molesta la idea de compartir ganancias, me refiero a los cambios y el estilo del lugar.

—Bien ¿entonces, el préstamo?

—Gringotts –sonrió –Bill ya me explicó todo al respecto.

—No muy bien –observó las notas –dime ¿él hizo estos números?

—No, él nos explicó a Theo y a mí, y él hizo los números.

Draco suspiró, rebuscando entre las notas, entre los papeles, si Ginevra hubiese hecho eso sin preguntarle primero su opinión, más tardaría en abrir aquel negocio que en estarlo perdiendo todo por culpa de los excesivos pagos e intereses.

—Qué bueno que preguntaste antes de hacer una estupidez –admitió.

—Bueno, iba a hacerlo hoy, pero Bill me detuvo, y como vi que no estabas ocupado, decidí pedir tu opinión primero –sonrió.

—Pues la suerte está de tu lado –admitió él.

Ginny sonrió, observó hacia la ventana de aquel restaurante y mientras Draco se encargaba de revisar números y beneficios de préstamos, ella observó la nieve caer con tanta tranquilidad, aquella paz le gustaba, se sentía bastante cómoda con él, así estuviese ocupado, no se ponía histérico por las cosas como solía hacerlo Theo.

—Te propongo algo, déjame hablar con un conocido de Gringotts, puede ayudarte a financiar esto mejor que nadie.

—Dime ¿no es mucha molestia para ti hacer eso? –Sonrió dulce.

—Para nada, déjame hacer esto por ti, porque puedo asegurar que no me dejarías ser tu principal inversionista.

—Tienes razón, no te dejaría, no quiero fracasar y llevarme tus ahorros a la basura.

—Entonces dame unos días, al fin dijiste que iniciarías con esto a partir del primer día de enero.

—Gracias –sonrió sujetándolo fuertemente de la mano.

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