Draco gruñó enfadado, se acercó a la pelirroja y enrolló su bufanda en el cuello de su novia, habían pasado un año desde que habían comenzado a salir, estaban en diciembre, en la espera de las fechas que él tanto detestaba, pero la joven tenía recuerdos diferentes de esas épocas, así que ella si estaba toda entusiasmada, comprando los obsequios.
—Quita esa cara –soltó ella divertida.
—Tuve quedarte mi bufanda porque vienes aquí como si fuese primavera o qué se yo.
—Tranquilo –se estiró para besarlo –te regalaré una ésta navidad –rio divertida y se alejó a otra tienda.
Draco la siguió con las bolsas en la mano, mientras ella comenzaba a hurgar entre el montón de cosas que se veían en la pila, no iba a decir nada, porque se ganaría otro regaño.
—Dime ¿te gusta esta bufanda? –Sonrió, mostrándola.
—No, me gusta mi bufanda, gracias.
—Voy a regresártela –comentó ella, frunciendo el cejo.
—Sí, claro, te creo, como mi jersey de las Arpías ¿no?
Ginny frunció el ceño, ofendida y le dio la espalda, a seguir buscando más cosas, él resopló, logrando una mirada asesina de su novia, que lo observó sobre su hombro.
Para fortuna de Draco, las compras terminaron media hora después, dejó las bolsas en la mesa del apartamento de su novia y la vio desaparecer en su habitación.
¿En serio se había ofendido tanto con que tenía la maña de quedarse con alguna de sus prendas?
—Ginny, si estás tan enfadada, mejor me voy, después podemos hablar sobre tu cleptomanía con mi ropa –soltó en un tono divertido.
—Quieres tus cosas, pues ven, ahora mismo te las doy.
—Ah, vamos, solo estoy bromeando.
—Nada de bromitas, ahora entra y toma tus cosas.
Draco resopló, sin duda que siguiera siendo pareja cuando tenían un carácter tan explosivo los dos, y peleaban seguido por sus desacuerdos, le sorprendía a todos.
Entró listo para rendirse, levantó la mirada hasta la chica, que tenía el jersey de las Arpías puesto y la bufanda en su cintura como un cinturón, de ahí en fuera, tenía la duda de si llevaba alguna prenda más puesta.
—Ven, si lo quieres, tómalo –soltó, con una sonrisa divertida.
—Sin duda puedes quedártelo –la observó de arriba abajo y viceversa –pero si no te molesta, sin duda quiero quitártelas, he descubierto que sin duda te van mejor a ti que a mí.
Draco avanzó hasta su novia, la sujetó de la cintura, acercándola a él, para besarla, ella rodeó su cuello con sus brazos, le gustaba todo de él, la forma en que la besaba, la forma en que le hacía sentir segura, sin importar cuanto se enojaran con el otro, la forma en que le hacía sentirse plena estando con él de aquella manera.
Ginny sintió la suavidad de su cama a sus espaldas y al chico subirse lentamente sobre ella, mientras la despojaba de las prendas.
Sin duda le gustaban esas épocas siempre traían consigo muchas cosas, pero principalmente los cierres, y era algo que sin duda le agradaba, había tenido la oportunidad de cerrar su ciclo con Nott, y comenzar algo nuevo, una vida nueva, una rutina nueva, siempre había un mar de posibilidades que traía un ciclo cerrado.
Ahora tenía una vida plena con Draco, y nada la hacía más feliz que eso.
