Aventurar

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Desafiar todo pronóstico era algo que a ellos les encantaba hacer, así que siempre que podían sorprender a alguien por su extraña amistad lo hacían, por eso Luna y Ginny habían asistido a esa reunión de gente rica que carecían de buen gusto, las dos chicas reían al ver algunos atuendos bastante ridículos, mientras del otro lado las mujeres pudientes las criticaban a ellas.

Ginny sonrió cuando Draco dejó por fin a su acompañante un momento para acercarse a ellas, Ginny no notó la manera en que sonrió o se arregló cuando lo vio caminar en su dirección, pero Luna sin duda lo hizo, observó de uno a otro, Draco avanzaba con una enorme sonrisa hasta ellas, o más bien hasta la pelirroja, y ella lo esperaba con esa misma expresión, estiró un poco su mano hasta él, que la sujetó apenas rozando las yemas de los dedos entre ellos, y acercándose un poco más.

Si la rubia no conociera a la perfección a Ginevra, sin duda creería que estaba teniendo un romance con Draco, aunque por lo visto a ninguno le molestaría, después de verlos bailando en Halloween, había visto que aquella atracción era mutua, aunque al inicio su amiga pelirroja lo había ocultado bastante bien.

Pansy había externado que para ella, Ginny había comenzado a salir con Theo porque Draco no se había aventurado a expresar sus sentimientos por ella, y así como iban jamás lo haría.

—Esta reunión es bastante aburrida –comentó Ginny.

—Disculpa por no estar a tu altura con nuestros eventos, pero dime que quieres que te lleve, pelirroja –sonrió divertido él.

—A donde sea, en serio, aunque sea al jardín.

—No se diga más.

Draco sujetó la mano de Ginny bien y caminó con ella en dirección al jardín, le dijo a su acompañante que no se tardaría, y salió con su amiga, que sonrió en cuanto el aire fresco golpeó su rostro, refrescándola y dándole una vitalidad renovada, le sonrió al rubio más tranquila, cinco minutos más y estaría dormida sobre la mesa de los aperitivos.

—Ahora entiendo porque tú y Pansy tenían esas caras en el colegio, si todas sus reuniones eran así de aburridas –bromeó ella.

—Ah, es que seguramente las de ustedes eran más divertidas ¿no?

—Por supuesto que sí, no hay nada mejor que una fiesta organizada por un Gryffindor.

—Eres una Gryffindor ¿qué más puedes decir tú?

—Bueno, podemos preguntarle a Luna, ella te lo confirmará.

La charla siguió girando alrededor de las habilidades de los Gryffindor sobre hacer buenas fiestas, haciéndoles perder la noción del tiempo y los cinco minutos para tomar aire se volvieron dos horas sin que ninguno de los dos lo notara, hasta que la acompañante del rubio salió a su búsqueda, y no le quedó otra más que disculparse con ella y volver con su invitada a la reunión.

Cuando ella se unió también, lo vio bailando bastante tranquilo, como si no le incomodara estar bailando con otra persona, aunque los celos se revolvieron en su estómago, recordó que ella no era nadie para impedir que él buscara a alguien con quien estar, porque ella tenía una relación con Theodore Nott, una relación que no había terminado con ellos viviendo juntos porque lo había postergado, todo por las palabras de Draco.

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