Una hoja de roble descendió cómo un brillante confeti a los pies de Seungkwan. Sus ojos se mantuvieron sobre ella hasta que el viento sopló la hoja en espirales hasta el pequeño y vacío parque enfrente de él.
Era una mañana muy fría de viernes, y Seungkwan era el único sentado en aquellas bancas cinceladas en mármol. Sus manos aferradas al vaso de café cómo su única fuente de calor.
Aquel parque tan simple era el que visitaba después de la escuela o los raros fines de semana en que lograba escapar de la vigilancia de su madre.
Su antiguo hogar estaba a un par de cuadras de ahí.
Ese era uno de los pocos sitios que le gustaba visitar, porque nada ahí cambió, todo seguía igual, incluso su columpio favorito continuaba emitiendo ese estridente chirrido. En el último par de meses se encontró caminando hacia ese parque, viendo todo a su alrededor mientras el aire de la noche se colaba entre los bordes de su suéter.
La mayoría de sus buenos recuerdos de su infancia fueron forjados en su hogar, casi todos con Hansol, pero ese parque era el único sitio al cual podía acudir para apaciguar ciertos recuerdos.
Seungkwan en los últimos tres meses se volvió alguien demasiado nostálgico, y lo detestaba. No le gustaba suspirar y sufrir por simples memorias.
Más hojas cayeron de ese frondoso roble y Seungkwan sólo podía sumergirse en viejos recuerdos, los cuales descendían sin orden alguno cómo aquellas hojas.
-No me digas que llego tarde -Sentenció una voz demasiado familiar.
Soonyoung tomó asiento en el espacio vacío junto al castaño.
-Creo que estás a tiempo -Seungkwan simplemente llegó una hora antes. Sus ojos viajaron hacia su amigo. Sorpresa destelló en su rostro. -¿Cuando te pintaste el cabello?
El chico le sonrió, llevando una mano a su cabeza para agitar sus rojizos cabellos.
-Hace dos semana.
-Oh -Sólo un corto susurro. Soonyoung le dio un leve empujón amistoso.
-Parecen años desde la última vez que nos vimos, pero esta bien. Nos alegra saber que no la pasas encerrado en tu apartamento cómo un ermitaño. Jeonghan y Joshua nos cuentan que incluso asistes con Minghao a galerías de arte. -Sus pequeños ojos recorrieron el solitario parque -Me parece increíble que ese chico pueda hacer amigos.
-Minghao luce cómo alguien raro pero es agradable -Seungkwan le entregó el café que sostenía desde hace rato en sus manos.
-Oh, gracias. Seokmin despertó muy temprano para terminar un trabajo y luego se marchó al refugio, ya que se presentó como voluntario durante dos semanas, no le dio tiempo de preparar el desayuno -Le dio un largo trago al vaso -¿Y bien? ¿Qué hacemos a las seis de la mañana en este viejo parque?
-Hablar.
Soonyoung guardó silencio, pero su amigo no emitió otra palabra. Sus ojos estaban clavados en el parque de su infancia lejana.
El chico de cabellos rojos inclinó la cabeza.
-Aún me cuesta creer que este parque siga en pie. Escuché que lo iban a demoler y construir más apartamentos -Una sonrisa apareció en sus labios. -Vamos, tengo que descubrir algo.
Seungkwan lo siguió, no muy seguro de lo que su amigo tenía que encontrar. Pero luego sólo pudo esbozar una leve sonrisa cuando Soonyoung le dio la vuelta al columpio para revelar, en la parte de abajo, unas palabras garabateadas en tinta negra que estaban desapareciendo por el paso del tiempo. Pero en ellas aún se podía leer "Lee Seokmin es el amor de mi vida"
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➸ Verkwan 💫 El chico con la sonrisa más hermosa
FanfictionDesde pequeño Boo Seungkwan era un niño extrovertido, lleno de felicidad y con una enorme pasión por el teatro. Chew Hansol desde la muerte de su madre se volvió un niño tímido, guardando silencio en un rincón del salón hasta que nadie notaba su exi...