Capítulo 9

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El joven de cabellos castaños cayó al suelo con un grito desgarrador mientras las sombras con máscaras de demonios se movían alrededor suyo, atormentándolo. Un coro de voces trágicas que repetían una triste letanía acompañaban al joven mientras este miraba con miedo y anhelo hacia el cielo, esperando una ayuda. Extendió una mano a medida que las sombras se cernían sobre él, su rostro era cincelado por el miedo y al final por la rendición, la oscuridad se lo tragaba y las cortinas cubrieron tal escena.

—Ese grito hizo que realmente me estremeciera y olvidara que esto es un ensayo. —Dijo una voz debajo del escenario. Las cortinas volvieron a abrirse mostrando a Boo Seungkwan y otros seis jóvenes más vistiendo trajes negros —Buen trabajo, Seungkwan. Pero ¿Por qué rayos el humo no salió cuando los demonios se cernían sobre nuestro protagonista? Este es el sexto error seguido que cometen durante el ensayo. Las obras de teatro no sólo se componen por los actores arriba del escenario, son vitales los diseñadores de vestuario, los asistentes, los de efectos, los de mantenimiento, todos ellos hacen un perfecto todo para que el arte sobre el escenario fluya de manera perfecta. ¡Pero si van a seguir cometiendo error tras error tendré que reprobarlos en el semestre y me aseguraré que no vuelvan a pisar un escenario en sus vidas!.

El director se acomodó unos cuantos mechones de cabello antes de hablar con su habitual serenidad —Esto será todo por hoy. Buen trabajo, y hasta mañana a la misma hora.

Se escuchó una breve ronda de aplausos antes de que todas las personas que se encontraban en el teatro empezaran a dispersarse.

—Soy uno de tus demonios, Seungkwan, dame tu dinero del almuerzo. —Dijo una voz a su espalda, haciendo que el aludido se encogieran, no por el mal susto, sino por el fuerte apretón que le dio el otro en sus hombros.

—Eres el peor demonio que alguna vez existió. —Seungkwan se giró hacia su amigo con una expresión aburrida —Los demonios no piden el dinero del almuerzo como si se trataran de matones de secundaria.

—Además, los demonios huelen mal y son grotescos. —Dijo una tercera voz —No son tiernos ni tienen los cachetes más regordetes y apretables del mundo.

Seokmin abrazó a su novio por la espalda, depositando cálidos besos en su mejilla. Soonyoung sonrió y Seungkwan rodó los ojos.

—¿Que hacen ustedes todavía aquí? —Preguntó el castaño mientras se dirigía a la salida —Es su aniversario no sé cuánto de novios ¿No deberían estar en alguna cena romántica o en algo que hagan las parejas de aniversario?

—Decidimos pasar este día especial con nuestro mejor amigo del mundo, al cual no hemos visto en toda una semana. —Dijo Seokmin con una amigable sonrisa.

Seungkwan se detuvo en seco, encarando a sus dos amigos.

—¿En serio quieren que les crea que no tienen nada mejor que hacer en su aniversario que pasar tiempo conmigo? —Había molestia e incredulidad en sus palabras. Los dos amigos asintieron al mismo tiempo. —Me van a empezar a cansar con esto. Me llevan a mi apartamento y luego buscan algo romántico que hacer por su día ¿esta bien?.

—O te llevamos a tu apartamento y tenemos un maratón de esas viejas películas americanas en blanco y negro que te gustan ver —Ofreció Soonyoung.

—No, me llevan al lugar donde vivo, de paso me compran la cena y luego se marchan. —Les dio la espalda y siguió caminando.   —He tenido una semana extraordinaria, algo cansina, pero he estado bien. Todo continúa con normalidad, no he tenido ningún tipo de recaída. Incluso, en los últimos cuatro meses no he salido con nadie y eso para mí está bien, eso ustedes lo saben mejor que yo.

➸ Verkwan 💫 El chico con la sonrisa más hermosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora