➸ Verkwan 💫 El chico con la sonrisa más hermosa

Capítulo 5

Hansol y Seungkwan paseaban por los pasillos del centro comercial, deteniéndose de vez en cuando frente a una tienda para observar los contenidos de las vitrinas, murmurando entre ellos si  lo que veían valía la pena comprarlo o ver si encontraban algo mejor más adelante.

Era mediados de diciembre y todo Seúl se vestía de rojo, verde y blanco en espera de la navidad. Las calles de la ciudad se volvieron coloridas y alegres, con un ambiente frío y nevado que envolvía todo en ese vibrante aire navideño.

Desde horas muy tempranas de ese día, Hansol recibió más de veinte llamadas de su amigo para confirmar la salida al centro comercial para comprar los regalos que les darían a sus familias y sus otros dos amigos. Por lo que ahí se encontraban ambos niños, con los bolsillos llenos de sus ahorros y vistiendo las bufandas y peludos suéters que les dió de regalo la abuela de Seungkwan la navidad pasada.

—¿Crees que sería un buen regalo para Soonyoung ésta patineta con luces? —Inquirió el mitad americano al detenerse y notar el llamativo objeto.

—Hansol, eso cuesta un ojo de la cara y Soonyoung no merece tal desperdicio de dinero —Respondió el castaño al ver el precio —Solo cómprale las calcetas del hombre araña y listo, es lo que se merece.

—Dijiste que no escogerías un bando —Hansol se giró a verlo con una mirada recriminatoria. El otro huyó de su mirada —Seungkwan...

—¡Oh, vamos, Seokmin es un sol! Él es casi como mi hijo favorito ¿Como no iba a estar de su lado?. Tengo que protegerlo contra todo mal y contra cierto torpe llamado Kwon Soonyoung —Dijo decididamente.

—Pero acordamos...

—Sí, sé lo que acordamos, pero es Seokmin, Lee Seokmin, mi orgullo —Lo último lo dijo con un falso sollozo.

—Eres un caso perdido, pero más te vale quedarte callado cuando estemos con ellos dos —Seungkwan asintió, aunque ambos sabían que aquello era imposible, ya que Boo Seungkwan nunca se callaba lo que tenía que decir.

Desde hace dos semanas Soonyoung y Seokmin se habían peleado por razones que Hansol solo conocía a medias. Pero todo empezó con un beso, más bien con un beso robado por parte de Dahyun hacía Soonyoung durante la clase de educación física, después de eso Soonyoung sería encontrado por un molesto Seokmin y un casi asqueado Seungkwan mientras se besaba con Dahyun detrás de los baños. Al día siguiente empezarían los comentarios venenosos por parte del pelinegro cuando de la nada Seokmin presentó a su primer novia, una niña de otro salón a la cual nadie lograba recordar su nombre. Transcurrió una semana tensa entre los dos, donde Seungkwan y Hansol trataban de mantener un ambiente alegre y amistoso pero las miradas frías entre los dos amigos no ayudaban en nada.

Así que en las dos últimas semanas Hansol y Seungkwan habían dividido sus tardes para pasarla en la casa de uno de sus amigos ya que estos se rehusaban a pasar tiempo juntos. Hansol buscaba maneras de que ambos niños se reconcliaran y todo volviera a ser como en los viejos tiempos, ya que aunque no lo admitiera en voz alta era el primero en sufrir al ver a sus amigos pelear, no permitiría que sus únicos amigos estables, y los primero que hizo en Corea gracias a Seungkwan, se terminarán separando para no hablarse nunca.

—Nunca pensé que Soonyoung y Seokmin terminarían peleando solo porque les gusta la misma niña —Comentó Hansol hace días, luego que ambos decidieran ir a su casa a jugar videojuegos.

—Seokmin pelea porque quiere ser Dahyun y probar los labios de Soonyoung —Comentó Seungkwan con diversión, dándole una mirada cómplice al rubio.

—No... No creo que sea eso...

—Cree lo que quieras, Hansol —Susurró. Seungkwan sabía que Hansol era alguien lento para captar ciertas cosas, pero por esa vez decidió dejarlo ahí y no seguir insistiendo en ese tema que lo traía bastante integrado. Aún para su amigo la idea de dos hombres juntos seguía siendo algo rara, lo podía notar algo incómodo cuando Jeonghan y Joshua se ponían tiernos o simplemente se tomaban de las manos, pero claro, cuando se besaba con él se ponía de todo menos incómodo, lo que dejaba después a Seungkwan un tanto confundido.