Seungkwan despertó envuelto en sudor y con el corazón batallando por no salir de su pecho ante el miedo y la incertidumbre.
Afuera la ciudad de Seúl era acariciada con pereza por los suaves rayos de un lento amanecer, alejando momentáneamente los finos copos de nieve que cayeron durante la noche.
Su primer instinto fue estirar su mano y buscar por el calor de un cuerpo ausente.
Su mente se logró enfocar y así darse cuenta que era la primera vez que al despertar de las pesadillas buscaba por alguien más, cuando antes siempre deseaba que no hubiera nadie en la habitación para poder relajarse. Sólo queriendo envolverse en su amigable y tranquila soledad.
Pero ya no.
Su mirada se movió a ese espacio vacío, sorprendiéndose al toparse con un par de pequeños y afilados ojos verdes que lo veían con intriga.
No sabía en qué momento de la noche Señor Presidente se coló en su habitación, pero el enorme gato de pelaje ámbar ocupaba la otra almohada.
Su mano se movió con lentitud para acariciar sus peludas orejas. El gato cerró los ojos y empezó a ronronear, provocando que Seungkwan sonriera y, con algo tan sencillo cómo ello, aliviara su corazón de las pesadillas.
Seungkwan se quedó en cama varios minutos más, escuchando al gato ronronear y viendo como los rayos del sol cobraban más vida a medida que todo en la ciudad lo hacía.
Entonces escuchó ruido de platos y música en la cocina, dándole a entender que Jeonghan ya estaba preparando el desayuno.
El mayor hace una semana se presentó sin ningún aviso junto a su gato con la excusa que estaba aburrido en su enorme y solitario apartamento. Desde entonces empezaron una dinámica donde Jeonghan cocinaba, ya que Seungkwan no tenía los ánimos para hacerlo, y ordenaba la sala, ya que dormía en el sofá, para que al finalizar el día subieran a charlar a la azotea o tomar un poco de soju o vino, esto último era infaltable los fines de semana.
Seungkwan era conocedor de que la estadía temporal de Jeonghan se debía a la partida de Joshua y la pelea que tuvieron. Aún no lograba sacar alguna información, pero esperaría a que el mayor decidiera hablar de ello si alguna vez deseaba hacerlo.
Abandonó la calidez de la sábanas para darse un baño y luego tener una videollamada con Soonyoung, ya que ayer evitó contestar varios mensajes de él. Y lo menos que deseaba era tenerlo preocupado y que empezara a sospechar.
El castaño observó su reflejo en el espejo. Las ojeras debajo de sus ojos resaltaron al igual que la palidez en sus labios. Entonces vio, después de un parpadeo, cómo de su labio inferior resbalaba sangre y varios golpes aparecieron alrededor de su rostro.
Apretó los ojos al notar la misma imagen de hace seis años.
Inhaló profundo.
Abrió los ojos y aquella imagen ya no estaba, al igual que algún otro recuerdo.
Exhaló con lentitud.
Después de eso llamó a Soonyoung, donde logró resumir todo lo bueno de su semana, exceptuando los oscuros pensamientos que lo agobian. Los ojos de su amigo brillaron al escucharlo, lo que le provocó un sabor amargo en la boca.
Soonyoung prosiguió a hablar sobre lo que había visto en Japón y lo que más le gustaba, sin dejar de bromear en algún momento sobre cómo esas vacaciones eran más parecidas a una luna de miel.
La videollamada finalizó y, casi al mismo tiempo, la nieve volvía a caer sobre la ciudad, llevándose consigo los débiles rayos de sol.
Jeonghan observó con una expresión de cansancio la hora en el reloj en forma de un bonito molino.
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➸ Verkwan 💫 El chico con la sonrisa más hermosa
FanfictionDesde pequeño Boo Seungkwan era un niño extrovertido, lleno de felicidad y con una enorme pasión por el teatro. Chew Hansol desde la muerte de su madre se volvió un niño tímido, guardando silencio en un rincón del salón hasta que nadie notaba su exi...