Capítulo 2: El mensaje.

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Narra _____.

-Tranquila _______, soy Alex.

- ¿Alex? Oh por dios ¡Eres Alex! –grité emocionada y él se rió.

-Exactamente, el mismo Alex Turner que conoces. ¡No me reconociste!

-Bueno, sí pero…tu voz ha cambiado bastante. ¿Cómo estás?

-¿Genial y tú? ¿Qué es de la vida de _____ Way?

-Pues, bien. Casada y con dos hijos. –reí.

-Wow, y ¿Quién es el afortunado de ser tu marido?

-Oliver Sykes, cuéntame sobre ti.

-¿Sykes? Vaya, chico con suerte. –dijo y sonreí aunque sabia que no podría verme. –Yo estoy soltero y ahora canto en Arctic Monkeys…-Lo interrumpí.

-Lo sé, mis hijos aman tu banda. –dije recordando las innumerables veces en que Amy cantaba la famosa canción ‘Do I Wanna Know’.

-Genial, me gustaría conocerlos y ¡Verte de nuevo! ¿Quieren venir a mi casa el sábado? –preguntó él entusiasmado y me gustó la idea.

-¡Sí! –grité emocionada y se empezó a reir.

-No has cambiado nada _____ Way ¿O debo decir _____ Sykes ahora? -dijo divertido.

-Si, ahora soy Sykes…-dije mientras que me sumergía en mis pensamientos. Cuando hablo con amigos de toda la vida me doy cuenta de los muchos años que pasaron desde que conocí a Oliver ese día en el estudio de grabación de Linkin Park. Alex me sacó de mis pensamientos.

-Y, cuéntame ¿Cómo se conocieron Sykes y tú? –dijo interesado y suspiré.

-Es una larga historia…-dije luego del suspiro.

-Tengo tiempo…-dijo y en ese momento entró otra llamada pero la ignoré.

-Okay… te contaré, pero lo más probable es que te duermas en la mitad de la historia. –dije riendo.

[…]

-¡No puedo creer que Kellin Quinn te haya hecho eso! –dijo él indignado.

-Ni quiero recordarlo. Tuve demasiados problemas esa vez en el Warped Tour.

-Recuerdo cuando estábamos en la universidad que los chicos se morían por ti…-dijo y solté una risa.

-¿Estas queriendo decirme que ya no soy linda? –dije indignada.

-No no, siempre has sido linda. Seguramente aún se mueren por ti, yo me moriría por ti si te viese y…- lo interrumpí.

-Tranquilo Turner, era broma. –dije y suspiró aliviado.

-Nunca pensé que luego de la universidad te irías a vivir con Robert…- dijo Turner por lo bajo.

-Créeme que yo tampoco y aún no creo que tengo dos hijos. –dije riendo. Al hablar con amigos que han estado para ti en toda tu vida o en gran parte de ella te das cuenta de lo rápido que pasa el tiempo.

El tiempo… los minutos, las horas, los días. Esperen, “¿Qué hora es?” pensé alarmada. Miré el reloj que estaba justo arriba del marco de la puerta e indicaba las ocho en punto de la noche.

-Mierda, no. –susurré y Alex me preguntó cual era el problema. –Debo irme, hablamos luego ¿Si? Nos vemos el sábado. –dije juntando mis cosas del lugar y yendo por mi auto.

-Sí, te mandaré la dirección por mensaje. Te quiero. –dijo él y quise abrazar a mi viejo amigo.

-Yo también Turner, cuídate. –corté la llamada y me dirigí a la casa. Tendría que haber salido del trabajo cinco horas antes. ¡Cinco horas hablando con Alex!

[…]

Llegué a casa y entré corriendo. Pasé la puerta principal y choqué con Amy.

-¡Mamá llegaste! Jeremy, mamá llegó. –dijo gritando hacia la escalera y mi hijo descendió de ésta.

-Si fuese tú, no hablaría con papá por un buen rato. –dijo rascándose el cuello nervioso y sentándose en el sillón a mirar la televisión. Oliver debe estar más que enojado conmigo y tiene todo el derecho de estarlo.

-¿Qué quieren cenar? –pregunté tratando de captar la atención de los dos jóvenes quienes no me prestaban ni la más mínima atención.

-Papá ya cocino por nosotros. Creo que dejó comida en la heladera. –dijo Jeremy señalando en dirección a la cocina.

Mientras que comía, Amy se sentó conmigo y me contó sobre la fiesta de disfraces de su amiga Emily. Trataba de escucharla pero mi cabeza estaba muy ocupada con otros asuntos.

Luego de ordenar todo, subí las escaleras y me encontré con la puerta de mi habitación cerrada. Qué raro. Al abrir ésta vi a Oliver con su celular.

-Hola…-dije entrando a la habitación. El solo asintió y me acerqué para darle un beso pero me esquivó. –¿Qué te pasa? –dije indignada.

-¿Dónde estabas? –pregunto frío. -Te llamé y no atendiste.

-Responde primero mi pregunta. –dije tratando de conservar la amabilidad que me caracterizaba.

-Tú nunca respondes mis preguntas, ¿Dónde estabas _____? –me preguntó esta vez mirándome a los ojos.

-En el estudio. –dije encongiéndome de hombros y me miró confuso.

-Sales a las tres de la tarde, no me mientas.

-No te miento, solo me quedé charlando con un amigo por teléfono y…se pasó el tiempo. –dije restándole importancia y me dirigí al baño sin dejarle hablar más.

Narra Oliver.

Mientras que ______ se duchaba yo charlaba con Matt por el celular. De pronto escuché un sonido y no provenía de mi celular sino del de mi esposa. Me levanté y fui por su teléfono móvil el cual estaba en su mesa de luz.

Era un mensaje… ¿Por qué mierda un chico que no conozco le manda mensajes a mi esposa y le dice que la extraña?

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¡Ya son más de 100 lecturas! ¡Gracias!

Que tengan una linda noche ☆

~Positiveness♡

Lost In The EchoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora