tres

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Uma Quinzel.

⎯ ¡Me niego!

⎯ Por favor señorita Quinzel, es la mejor en la materia y solo serían tutorías de una o dos horas al día, o los días que le queden cómodos a usted.⎯ Pidió la directora.

¡Es que no puedo! Mi entrenamiento está en juego y ahora es más importante si tengo que quedar en primer lugar para poder entrar a los juegos olímpicos. No tengo tiempo para enseñarle matemáticas a alguien, y menos a un idiota como Jeon Jungkook.

»Si le da las tutorías a mi hijo puedo brindarle una ayuda con las calificaciones de química.

Ahí me gusta un poquito más el trato. ¿Ven cómo cambian las cosas?

⎯ Bien, hagamos un trato. Yo ayudo a Jungkook con matemáticas y usted me levanta las notas de química.

⎯ Yo decía de darle alguien que le enseñe química, no que lo pase así porque sí Quinzel.

⎯ Directora, usted sabe mi relación con su hijo, estar dos horas con él, en un mismo lugar sería mucho cansancio mental para mí, por eso necesito que me suba las notas sin necesidad de aprender.
Total, mi futuro es estar sentada en un escritorio seis horas haciendo tratos, la química no tiene nada que ver.⎯ Dije con sinceridad.

Suspiró pasando una mano por su rostro.⎯ Bien, es un trato Quinzel. Empiezan hoy.⎯ Comentó calmada.

⎯¡¿Hoy?!

⎯ Sí, hoy. Espero verla en mi casa cumpliendo su parte del trato señorita.⎯ Dijo mientras me daba un papel en el que estaba su dirección.

Abrí la puerta de la oficina y solté un suspiro. Este va a ser un largo día.

Jeon Jungkook

Terminaron las clases al fin y estaba esperando a Quinzel para irnos a mi casa a estudiar. Para pasar el tiempo me puse a ver mis redes sociales.

⎯ ¿Nos vamos?⎯ Dijo la persona que estaba esperando.

Levanté la vista y vi a la chica de brazos cruzados y con una expresión cansada, quería reírme en su cara porque gracias a mi está así.

⎯ Claro.

Guardé mi celular y me coloqué el casco de la moto, no ví movimiento de mi costado y gire la cabeza encontrando como quedó viendo mi vehículo y le dije con burla:

⎯ ¿Tenés miedo a las motos?, no vaya a ser que te tenga que obligar a subir mientras me abrazas y yo te digo que todo va a estar bien, no estamos en una pelic-⎯ Me interrumpió.

⎯ ¿Es joda*? Amo las motos. ⎯ Gritó emocionada. Definitivamente no esperaba esa reacción.

Se subió y yo me subí adelante de ella poniendo la llave para arrancar la moto. Hasta que me acordé de algo.

Me saqué el casco de la cabeza y me di vuelta quedando cara a cara con ella.
⎯ Toma, ponete el casco. No quiero que mueras y yo me tenga que hacer cargo.⎯ Hablé mientras le ponía el objeto antes mencionado.

⎯ Úsalo vos, vas a manejar y tenés más probabilidades de tener accidente.⎯ Dijo sacándose el casco para dármelo, algunos de sus rubios cabellos se despeinaron quedando en su frente.

⎯ Aww, te preocupas por mí.⎯ Le dí un beso cargado de saliva en el cachete.

⎯ No me preocupo por vos, pero no quiero ver tu cabeza abierta por un choque. ⎯ Murmuró mientras se limpiaba el cachete en el que le había dado un besito.

Arranqué y fuimos a mi casa. Llegamos en 15 minutos en los cuales ella hablaba sola de lo bueno que era estar en moto, la noté rara. La noté libre. No sé, siempre fue extraña.
Entramos a mi casa y nos dimos cuenta que estaba mi hermana menor, Mia, y mi papá. El último mencionado estaba tratando de acomodar las dos colitas de mi hermana para llevarla a la escuela.

Mask| jjk.✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora