once

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Uma Quinzel.

Después de un largo día de colegio y dándole clases a Jeon al fin estoy en mi lugar seguro, en mi verdadero hogar.

Estaba practicando la coreografía mientras cantaba la "Señorita" de Shawn Mendes y Camila Cabello. Esa pareja es la definición de mi bisexualidad.

Pare para tomar agua y pude ver a Mari con unos papeles. Me puse los cubre cuchillas y me acerqué a ella.

⎯ ¡Boo!⎯ La asusté.

⎯ Umi, amor, no me asustas, conozco tus trucos desde los 7 años.⎯ Habló relajada con la vista en los papeles.

Hice puchero aunque no me viera.⎯ Bueno, ¿Que ves?⎯ Pregunté curiosa tratando de leer los papeles.

⎯ Son los papeles de confirmación para la competencia, necesitas firmar.

Leí los papeles y estaba todo en orden asique firme sin ninguna duda.

⎯ Um, Mari.⎯ La llamé.

⎯ Decime.⎯ Respondió dejando los papeles en una silla.

⎯ Una compañera del equipo de porristas se lesionó y dentro de dos semanas tienen un juego en Busan. Me preguntaron si podía ir pero...¿Puedo ir?⎯ Pedí permiso.

⎯ ¿Por qué me pedís permiso a mi? Obvio que te dejo ir.

⎯ Es que sos mi mamá...⎯ Vacilé.

Suspiró.⎯ Uma, tenés que aceptar la familia que te tocó. No podés ir diciéndole mamá y papá a las personas que te dan un poco de amor.⎯ Me retó.

Me puse triste. Sé que tiene razón pero se sentía lindo que alguien me dé esos tratos.

⎯ Tenés razón. Perdón.

Me abrazó mientras acariciaba mi pelo, yo ya había empezado a soltar algunas lágrimas, es con la única persona que me puedo desahogar.

⎯ No me pidas perdón bonita. Anda, sácate los patines y anda con el nene Jeon, últimamente te pone de buen humor ese chico.

Estar con Jungkook no se me hace tan molesto como antes, me siento un poco segura con él y hasta podría considerarlo un amigo para molestar. Prefiero estar con él antes que estar en mi casa con los gritos de mi papá.

Me saqué los patines, los guardé y me cambié la ropa de entrenamiento por un jean azul roto y una remera grande, sin olvidar mis lentes y cubrebocas para que nadie me reconociera. Saludé a Mari con un abrazo y salí del club. No iba a ir a la casa de los Jeon, sentía que molestaba, ellos no son mi familia, solo les di lastima y me hicieron creer que me querían.

Papá siempre lo dijo, nadie me va a querer.

Iba con mis auriculares caminando hacia mi casa, hasta que llegué. Ví un auto negro afuera de la misma y no estaba de humor para recibir a alguno de los socios de papá, iba a pasar por el patio trasero.

Cuando estuve a nada de pasar el paredón escuché una voz muy conocida:

⎯ ¿Ahora sos un mono?⎯ Preguntó con gracia.

⎯ ¡Yugy!⎯ Exclamé feliz.

Era Yugyeom, mi primo. Siempre me llevé bien con él, es hijo del hermano de mi papá por lo que no nos veíamos muy seguidos de chiquitos.

⎯ Vení a abrazarme Leen, no estuve estos años extrañándote para que te quedes viéndome como tonta.⎯ Abrió los brazos esperando mi abrazo.

Lo abracé con todas mis fuerzas, es como mi hermano, el sabía todo de mí y yo todo de él.

Me di cuenta que cambio mucho, no lo veo hace cinco años. Estaba más alto -mucho más alto, calculaba unos 1,81- seguía teniendo la cara de nene pero con las facciones un poco más marcadas, también noté que estaba un poco más bronceado.

Mask| jjk.✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora