🔥C A P Í T U L O 17🔥

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Las horas pasaban y los reflejos del anocher se encontraban vigentes, los rayos del sol se escondian dando paso a los reflejos de un horizonte anaranjado cubierto de algunos signos amarillo, Bels habia terminado con las alcoba sintiendo cada musculo de su cuerpo tenso, adolorido y sin poder terminar la batalla, aún le falta limpiar las caballerisas y rocoger la comida de los animales.

¿Cómo terminaría la tarea si se encontraba totalmente exhausta?

No podía siquiera dar algunos pasos para llegar hasta su próximo objetivo, su estómago se encontraba tranquilo ya que entre Dalia e Irma habían llevado ante su presencia algunos bocadillos saciando su hambre y terminando con la penitencia en la que se encontraban sus tripas pero sin duda alguna se sentía completamente agotada sentia como sus huesos se quebrarian en cualquier momento, como su cuerpo colapsaría si da un algo más. Bels tenía el arma de doble filo en sus manos terminaría con todo esto siempre y cuando se inclinara frente a los ojos de amo, pidiendo perdón y humillando los valores que le habían dado sus padres. Eso si que no, aunque muera en el intenso, terminaría con la tarea, si muere por agotamiento y debilidad lo tendría en su conciencia pensó la muchacha mientras hacia sendas hasta las lejanas caballerisas, ubicadas en el fondo de la enorme mansión.

Que estupido eran sus pesares la Bestia carecia de conciencia ya que era un salvaje animal.

La oscuridad habia cegado completamente el cielo la mansión se encontraba totalmente iluminada, el frío invadía el cuerpo pequeño de Bels haciendo que tiemble y sus dientes rechinen unos con otros, cuanto le gustaría tener una manta caliente y estar acostada en sus aposentos o incluso cenando un rico manjar preparado por Dalia.

La joven de pozos claros no tenia la fuerza suficiente para poder tomar en sus manos las gigantezcas canastas de madera con los alimentos de los animales, las caballerisas se encontraban sin limpiar y los canastos se encontraban parcados a dos cuadras de donde tenia que llevarlos, Bels opto por hacer el trabajo más pesado primero para luego terminar con las caballerisas hecha un asco, la joven se quedó sostenida de los castos sin poder moverse o sostenerse en sus pies y terminar.

Sus ojos parpadearon varias veces mientras su cuerpo se despallaba inconcientemente cayendo encima de algo que la sostenia, sus ojos se cerraron y ese algo se movia lentamente como si se balanceaba de un lado a otro llevando una pequeña bolsa de papas, sus pozos se abrieron tan solo un poco visualizando de manera borrosa sus aposentos y el rostro de la Bestia quién la observó por unos instantes y luego se marchó cerrando la enorme puerta detrás de sus profundos ojos los cuales la miraron con ternura. 

El sónido de la campana mañanera sobresalto a la muchacha levantandose de la tumbona dando un salto y mirandose al espejo como si se estubiera haciendo constantes preguntas o incluso como si no recordara el momento especifico en el que llegó a la mansión.

La verdad era que no recordaba la hora en la que terminó con la tarea, no recordaba como habia llegado a su estancia y peor aún si habia terminado con el objetivo, esa idea descabellada penetro su cabeza sintiendo pavor y algunos sintomas de la ira del animal vizualizarse constantemente mientras se daba una ducha y arreglaba encaminandose  hasta la cocina con el dolor apacible de cada musculo como hacía todas las mañanas.

—Buenos días! Exclamó la joven escuchando inmediatamente el coro de Buenos días de parte de los sirvientes de la mansión los cuales le observaron con entusiasmo y valorización. —Porque no me despertaste antes de salir el sol? Preguntó observando el reloj marcando las siete y cinco de la aurora. se dirijió a Irma quien se encontraba sentada a su lado.

—No te quise levantar ayer trabajaste incansablemente además el amo pidió expresamente que descansaras unas cuantas horas extras, replicó observando a Bels con una linda sonrisa mientras colocaba su plato y una taza acompañados de cubiernos y un rico manjar apetecible frente a los ojos de todos.

El amo habia pedido expresamente su descanso eso era extraño se recarcó a joven mientras estudiaba las posibilidades, eso queria decir que Bels habia terminado con la tarea si eso no hubiese sucedido el señor no estaría dandole horas extras para descansar o incluso orden de no molestarla mientras dormía.

—Felicidades por haber terminado la tarea, gracias a Dios cumpliste ya que no imaginó el humor matutino del amo, acompañado de semejante sorpresa. Exclamó mientras llevaba algunas bocadas de frutas.

La cocina se encontraba serena hasta que la inculta de Esthela se dignó a ingresar con la mala energía que siempre la caracterizaba. La mujer de abundante cabello se postró justo al lado de Frank el jardinero quién se detubo a mirarle fijamente por la forma en la que entró a la cocina sin saludar o hablar con alguno de ellos.

—Buenos días Esthela! Reclamó el hombre mientras miraba a los demás como se quedaban en silencio, a la espera de la respuesta de Esthela.

—No tienen nada de buenos Franklin. murmuró tomando un poco de legumbres en uno de los platos que se encontraban apilados en el centro de la mesa.

Los sirvientes visualizaron la actitud hogrosa de la mujer, olvidando que se encontraba sentada junto a ellos y centrandose en dialogar acerca de la valentía y fortaleza que tenía Bels al realizar los quehaceres a lo que Esthela no soportó los elogios y se levantó como alma que lleva el inframundo azotando la puerta como si fuera suya y ganandose los reproches y malos comentarios acerca de su persona, catalogandola como inrreverente, malcriada e indisciplinada.

—Porqué la señorita se encuentra mas enojada que nunca? Cuestiona Bels al imaginarse que se perdió de algún escandalo generado por la nefasta mujer.

Todos en la mesa se miraron por santiamén como si hubiera pasado algo adicional mientras la joven trabajaba en la tarea impuesta por la Bestia.

—El amo la reprendió fuertemente y luego hizo que se encargara de limpiar el zotano y algunas de las alcobas que se encuentran vacía en la planta del fondo, corroboró Kilsy poniendose sobre sus pies para dejar los trastes en el taburete. —el amo la amenzazó con cortarle la lengua con sus propias malos por estar de habladora, al parecer dijo algo que no era cierto, la verdad es que nadie sabe porque fue, Esthela no quiere hablar de eso con nadie, ya sabes como es altanera, arrogante y creída. terminó de contar volteandose en dirección a Bels quién masticaba el último bocado del buen desayuno preparado por la cocinera Dalia.

Así que la Bestia lanzó su ira sobre esthela, se lo tiene bien merecido por hablar mentiras pensó Bels ante el comentario por parte de Kilsy, so embargo surgieron decenas de pregunta acerca de lo que hizo el amo.

¿Porqué le dió tanto enfasis a lo que dijo Esthela sobre ellos?

¿Habia sido la Bestia el que terminó el trabajo por ella?

¿Porque no recuerda como llegó a su estancia?

¿Será que el sueño que tuvó de estar en los brazos del Tormento y ver su rostro antes de quedar totalmente dormir no era un delirio sino mas bien una realidad?

El Tormento Del Infierno©/Completa/✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora