La hora de la cena llegó Celian, Rosebell y Bels se encontraban comiendo una deliciosa cena mientras esperaban a Uzias pero nunca llegó, tardaron horas a la espera de su llegada y jamás entró por la puerta principal, siendo esto la gota que derramó el vaso, las dudas inundaron su cabeza siendo la escena de la tarde la que contribuyó para desconfiar de su pareja.
La noche arropó el pueblo por completo, Bels estaba sin control no podía dormir, se sentía preocupada su majin le planteaba situaciones incomodas que no la hacian lucir nada bien, necesita explicaciones, no podía pasar por alto lo que vió con sus propios ojos.
Salió de casa sin decir nada, todo se encontraba a oscuras, su madre estaba en sus aposentos descansando y pues no había muros en la costa, la joven caminó hasta que se dió cuenta que s habia alejado bastante de su casa sin darse cuenta, antes de salir se percató de que la cama de Uzias estaba perfectamente tendida como si no hubiese llegado a casa desde la mañana.
Muchas dudas incadieron su mente siendo una de ellas la verdadera razón del porque volver al pueblo, ¿Uzias volvió por motivos laborales o fue para volver a reencontrarse con Dalis y el niño doble del pelirrubio?
-Puede que sea un sobrino, primo o conocido, necesariamente no tiene que ser su hijo! -se reclamó así misma mientras seguía caminando por las frías y solitarias calles del arruinado pueblo desdichado.
Un hombre alto, musculoso, de ojos encendidos como la antorcha se encontró con el demonio de su pasado, ese hombre era Bernardo, la mismisima Bestia estaba frente a su mirada, después de tantos años sin verse a la cara se encontraron fijamente.
-¿Que hace una mujer sola por estos rumbos? Preguntó con esa voz gruesa y caracteristica en el, tantos tiempo sin escucharlo, sin tenerlo cerca, tantos años sin ver los ojos que la matan y la mirada que la enciende pensó mientras lo observaba como una niña pequeña atontada por su jueguete favorito.
¿La Bestia no reconoció a la mujer que tenia ante sus ojos?
No reconoció a la joven de veinte años llena de ilusiones y fantasma que una vez hizo sufrir, la humilló, abusó de sus nobles sentimientos y sobre todo se burló frente a ella delante de los demás sirvientes de la casa.
-Salí a caminar un momento! Respondió la muchacha de veinticinco años
-¿A está hora? Cuestionó de inmediato ojiplastico
¿Porqué tiene que indagar a una desconocida sobre su deseo de querer viajar a las diez de la noche en un pueblo lleno de soledad y hambre?
Bels dejo a un lado a un Bernardo pensativo lleno de curiosidad y anhelo al escuchar su respuesta. La chica no respondió se inmutó hacerlo ya que jamás debió de hablar con él.
-Te estoy hablando! Reclamó como si fuese su dueño tomando a la joven de sus muñecas perdiendo el control de sus estrivos. Bels observó reflejado a la misma Bestia que la humilló cinco años atrás. La misma jovencita llena de pavor y tristeza se reflejó ahora en una mujer preparada, sufricada y autentica, su amor era autentico, era verdadero, era real, todo lo que mostró a Bernardo era completamente suyo, era la parte transparente que nadie a visto en ella jamás, incluso Uzias en los cinco años que a estado a su lado no a podido decifrar los códigos de su corazón.
-No tengo que darte explicaciones señor Stormy respondió dando algunas paso a delante
-¿Porqué volviste Isabels? ¿Dime que te trae por aquí?dijo con una sonrisa entre diente y algo burlona, los nervios invadieron acompañados de un dolor que revive está noche después de largos años.
Desde el principio se dió cuenta de que ella era la jovencita que tanto le atrajo por su peculiar caracter y gran facilidad de hacerlo enojar.
-Si volviste por mi, te aseguro que soy un hombre felizmente casado. Murmuró acercando sus pasos hasta una Bels enojada y triste, esta noche parecía ser perfecta sin embargo desde que vió a La Besta se arruinó todo el plan; pensar toda la noche lo que haría con su vida amorosa.
-Jamás volvería por usted, eso fue un completo error, ese error quedó en el pasado. Replicó dando media vuelta para encararlo.
-No fue un error y tu lo sabes, el único que cometió un error fui yo al pensar que eras diferente hasta la mismisima Esthela sea comportado como debe, tu no pudiste hacer la mitad de lo que ella a hecho todo este tiempo.
-No sabes cuan alegre estoy por ustedes la Bestia y La Bruja son un gran complemento- respondió Bels con la misma sonrisa burlona en su rostro, aquella sonrisa era fingida pero aún así disfrutaba hacer lo mismo que alguna vez hizo con ella.
Isabels volteó de nuevo para seguir su camino hasta que las fuertes manos de la Bestia cubrieron su cuerpo por completo dejando sobre sus labios un feroz y salvaje beso, aquel beso fue diferente era como si por medio del contacto que tuvieron sus labios y el roce de su piel se dictaminó lo que sus corazones sentían, la llave de su corazón fue lanzada al abismo hasta que la Bestia las recuperó sin darse cuenta de lo que habia hecho con ellas.
La muchacha dejó marcada su mano en una de sus mejillas mientras que la Bestia después de tanto años volvió a sentir cada vez que entre él y su desafío existía ribalidad.
Siendo esta la peor noche en el pueblo luego de años imaginando como estaría junto a Esthela.
Recordó sus palabras y se llenó de furia le restregó en la cara su felicidad junto a Esthela, luego la besó y antes para completar fingió no conocerla, Bernardo seguía siendo la cruel Bestia que a sido siempre, al parecer no hay tanta diferencia entre Filber y él, al fin y al cabo son padre e hijo en algo deben de ser identicos.
La mañana llegó, Bels se levantó con ojeras ya que pasó la gran parte de la madrugada pensando en Bernardo y porsupuesto en el beso que dejó en sus labios, la joven se dió un rico baño seguido de maquillar las horrible ojeras las cuales la hacían lucir más agotada de lo que realmente estaba mientras terminaba de arreglarse el sónido de unos nudillos tocar la puerta hicieron que dejara a un lado lo que estaba haciendo para abrir la perilla, del otro lado del marco se encontraba Uzias con el cabello desaliñado y una mirada llena de culpa.
Tenian tantas cosas que hablar y tantas cosas que aclarar. Bels no podía decirle que anoche vió a Bernardo mucho menos que la bestia la besó y peor aún que de alguna manera ella correspondió a sus manifestaciones dominantes para saciar su ego.
-Necesitamos hablar tengo que contarte algo que puede cambiar nuestra relación. Replicó Uzias logrando que la joven se preocupara aún más.
¿Que tendría que confesar Uzias que puede dañar o incluso cambiar lo que habia construido durante cinco años?
ESTÁS LEYENDO
El Tormento Del Infierno©/Completa/✓
FantasyEl aristócrata Stormy es la Bestia del infierno, encarnada en un ardiente millonario con prejuiciosos y sin sentimientos, dios de las injusticias, padre del odio, el veneno y la maldad. Sin duda alguna el martirio del inframundo anda suelto buscando...