La bestia e Isabels subieron a una de las plantas con un gran número de llaves en manos ahora si que la encerraría sin piedad alguna sobre ella. Los ojos de Bels le mostraron un aposento con una puerta de madera pintada de blanca, la bestia tiró de la puerta dejando ver unas cadenas con grilletes y sabanas de color marrón impidiendo que entré algún reflejo de luz por la ventana, así que todo estaba a oscura sin duda alguna Bels prefería que la castigase sin comer a tener que estar encadenada.
—Te quedarás aquí hasta que ordene suspiró empujando a Bels al interior de la habitación. Arrastró las pesadas cadenas hasta donde se encontraba Bels, colocando cada grillete en cada una de la muñeca de la joven, quién trataba de retener las lagrimas, era fuerte, era valiosa y sobre todo era honesta, sus padres la habían criado con valores por ello no dejaba que nadie quiera romperla pero llegô la Bestia para quebrar y desvabecer todo.
—No sé porque no entiendes te castigo y no aprendes dijo terminando de cerrar el enorme candado, — te quedaras aquí y ahora sí que no te voy a perdonar remarco saliendo de la alcoba.
Al parecer la jovencita estaba acostumbrado a estar encerrada en medio de la horrible ofuscación pasando desapercibida entre las sombras sufriendo largas horas de frío deseando un rico caldo cubrir su cuerpo con una manta caliente.
Las horas comienzan a pasar, y el estómago de Bels ruge por tercera vez haciendole saber que sus tripas se encuentran totalmente vacía. Bels trata de moverse por los alrededores de la alcoba teniendo todas las veces fallidas ante sus intentos. Su mirada café se tornó vidriosa por algunos segundos, la joven de cabello castaño se sentia vulnerable, miserable y en el fondo extrañaba a sus padres, extrañaba el olor de los platos de Rosebell, le hacía falta la voz gruñona de su progenitor mientras veía el futbol las pocas veces que Isabels solía interrumpirlo por cualquier tonteria solo para verlo enojado. En el rostro de la chica se reflejó una linda y tierna sonrisa al dar en el rostro de su padre, los días que a permanecido en esta mansión han sido los peores momentos de todo lo que lleva de vida.
—Isabels! una voz conocida llama por completo la atención de Bels, haciendo que la noble muchacha mire hasta donde se encuentra la puerta abierta.
¿Será que la Bestia le levantó el castigo a isabels? Esa idea llegó a su majín al ver a Irma y a Kilsy entrar en la alcoba ofusca.
Irma habia estado algunos días en cama producto de una pequeña y molestosa gripe, la cual hizo que su temperatura ascendiera teniendo que reposar, con las constantes antenciones de la rubia, Dalia y de la castaña se habia restablecido, dos dias después la vetusta se levantó preguntando quien era la nueva y diciendo que no le cae bien
Esa idea era evidente que sucedería hasta que Irma y la rubia entraron a la habitación con charolas y mantas, cerrando la puerta a sus espalda.
—Vinimos a traerte esto sin que la odiosa de Esthela se dé cuenta, dice Kilsy dejando la charola en una mesita de madera lejos de Bels y muy cerca de la puerta. La vieja Irma se encaminó observando a Bels con pesar en su arrugado rostro.
—Por la tenacidad que posees es que estas en este problema dice la vieja cubriendo a la joven con una enorme manta mientras peina su cabello hacia atras.
—No digas eso Irma, por la maldita ramera de Esthela es por que estoy aquí, la muy maldita me odia. Dice Bels haciendo que las criadas se observen confundidas por segundos, hasta que deciden preguntar.
—Porque dices que Esthela te odia? Que motivos tiene para hacerlo Si no le has hecho nada?
La respuesta es sencilla la odia por la Bestia por conseguir que ese animal salvaje fije sus ojos en ella no sabiendo que ese detestable ser humano jamás se fijaría en una mujer corriente y libertina.
Bels sabia la respuesta pero no le dira lo que sabe a Irma y a Kilsy, ya que no tiene porque decirles que el amo le gustaba si eso sale de sus labios ellas pensaran que lo dicho por el amo es verdad, que busca saldar su deuda metiendose a su cama sin importar lo que digan y piensen los demás por el simple hecho de acostarse con el hombre más acaudalado de todo Butterfly.
—Lo sé porque no me hace sangre, es como si nuestras personalidades no encajaran unidas o incluso cerca. Dice Bels llenando las expectativas de las sirvientas las cuales le dan de comer y beber hasta terminar con las porciones de alimentos.
—Tendrás que quedarte aquí a pasar la noche el señor esta muy furioso incluso en estos momentos se encuentra encerrado en su despacho aparentemente tomando el licor mas fuerte que hay en la casa soslaya Irma recogiendo las lozas y colocandolas en la charola de plata.
¿Tomando la ambrosía más fuerte? Bels abrió sus ojos de par en par ya que desde la primera vez el amo solo bebía vino tinto. Ah frustraccion es inmensa por eso quiere desconectarse del mundo probando un licor fuerte.
—¿Y Esthela donde está? Preguntó Bels al recordar que Kilsy habia mencionado que vinieron porque Esthela no se encontraba cerca para ir de chismosa con la Bestia.
Ambas se miraron como preguntandosé entre ellas mientras recogian todo para abandonar la alcoba.
—La última vez que Irma la vió fue en el despacho del señor destacando que fue ella la que le llevó el licor al amo Stormy después no la hemos visto para nada dijo con una mirada extraña luego de desearle buenas noche y recomendarle que guarde la manta en la mañana cuando vayan por ella.
Ahora si estaba en problemas Esthela se encontraba encerrada en el despacho con el señor, él estaba tomado y ella podía usar sus armas para seducirlo y aprovecharse de la Bestia por estar borracho.
¿Y si se acuesta con él? Si el la toca y se vuelve adicto a sus mentiras, engaño y manipulación estaría muy dificil que ma bestia vea a isabels como una mujer?
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El Tormento Del Infierno©/Completa/✓
FantasíaEl aristócrata Stormy es la Bestia del infierno, encarnada en un ardiente millonario con prejuiciosos y sin sentimientos, dios de las injusticias, padre del odio, el veneno y la maldad. Sin duda alguna el martirio del inframundo anda suelto buscando...