Un paso a la realidad

Capítulo 1 <<Bienvenidos a la realidad>>

Supongo que es necesario presentarme, como en toda vida, la pregunta es ¿es necesario? Creo que sí, nunca he visto una vida que no tenga un protagonista, sería raro así que para empezar… mi nombre es Sasha, Sasha Carrinson, tengo 16 años, muchos dicen que estar en esta edad, es ‘’bueno’’, pero no sé, digamos que la adolescencia es buena y mala a la vez. Como si fuere que son etapas, que cada una tiene un asunto bueno, y lo malo, uno bueno, otro malo, y así sucesivamente, que absurdo. Tengo ojos azules,  mi pelo es castaño, no soy muy alta que digamos y no de esas personas que tienen un carácter fuerte, es decir, me declaro una persona débil y sin valor a nada, todo negativo. Vivo con mi familia integrada por mi padre, Edward Carrinson, es mecánico en un taller que queda a seis cuadras de mi casa, no me llevo bien con el porqué no nos hablamos mucho… bueno digamos que es porque se la pasa en el taller y en casa casi no está excepto las noches y fines de semanas, antes se dedicaba a ser carpintero, le fascinaba coleccionar adornos de madera pintada. Mi madre, María Mellette, es una simple ama de casa, le encanta lavar, planchar, cocinar, etc. A veces está de mal humor, como toda persona, pero sinceramente a veces no la soporto. También, por mi perro, Body, mi mascota, es como una persona real, siento que si yo le explicara las cosas me entendería. La vida de mi hermana, Trinidad, no era nada tranquila. Luego de que terminó la secundaria decidió buscar algún trabajo en una tienda de ropa, la cual duró muy poco tiempo. Desde que comenzó en el trabajo, tenía más dinero que solo lo gastaba en ir a fiestas peligrosas, con mucho alcohol, chicos y riesgos. Luego de que la echaron por no asistir a su trabajo a tiempo, se la pasaba en la calle. Es difícil saber que una de las personas que mas amas, se fue a la arruina, eso pensaba yo. Trinidad quedó embarazada a los 14 años a punto de cumplir los quince, el supuesto papá del bebé había desaparecido. Muchos decían, que en boliche, le dio una pastilla en la bebida, mientras ella se desvanecía, lo cual logró que él se aprovechara de ella. Mis papás y yo no sabíamos nada, supuestamente, ella conocía personas mayores de edad que la internaron por dos semanas y abortaron al bebe. Desde ahí nada era como antes, se podía ver la diferencia que había. Ella no sabía nada, solo lloraba en silencio, yo solo tenía 12 años y cuando miraba sus ojos, veía tristeza. En esa edad, Trini no tenía ni la más pálida idea de lo que era tener un hijo, así que mucho no le llamó la atención al saber que podría llegar a ser madre, sería muy raro y difícil. Desde ese momento, las cosas comenzaron a importarle cada vez menos.

Estoy estudiando en una escuela del estado. Todos los años anteriores me iba a demasiado bien, simplemente me sacaba dieses, pero todo cambio porque, sinceramente, ya me cansaba ser la chica popular de la que todos creían que era; no sé si era por la junta de personas o por la edad, pero solo puedo decir, que cambié totalmente. Mi grupo de amigas era simplemente inseparable, todo era genial, teníamos planeado ir a vivir juntas cuando seamos grandes, ojalá siga en pie, pero nadie sabe si vamos a seguir por el mismo camino o quien sabe nos cambiemos de escuela. Siempre íbamos a cumpleaños de nuestras compañeras, la pasábamos genial y nos arreglábamos muy bien. Sus nombres eran Victoria, Anabella, Samanta, Martina y Gisel.

 Vivo en un barrio normal, llamado Barrio Marítimo. Es un lugar tranquilo. De vez en cuando, hay algunos robos o problemas en los vecinos. Estos días cortaron la luz y el agua corriente por cinco días y medios, por ese asunto, muchas personas cortaron la ruta que está cerca de mi casa, y sinceramente, no me fue nada lindo.

Con mi familia, a veces, en las vacaciones nos íbamos por una semana a la provincia de Mendoza. Teníamos familiares, como mis abuelos,  primos y tíos de parte de mi mamá. Unos de los problemas, comenzaban ahí: El esposo de mi tía, le pegaba sin tener motivos. Por ejemplo, si tenía algún problema en el trabajo se la desquitaba con ella y lo único que hacía era encerrarla en la pieza y pegarle mientras sus dos hijas de seis y diez años los escuchaban. A mí me parece una mierda la forma en que la trata, obviamente, pero esa clase de persona tendría que estar encerrado en la cárcel o quién sabe, muerto. ¿Qué trae de bueno que le pegue? ¿Buenos modales? ¿Más cariño? ¿Más respeto? No, supongo que esa clase de ‘persona’, ya se acostumbró a pegarle sin tener motivos con ella, pero todo vuelve. Para la persona que esté leyendo esto, si alguien te lastimó no te preocupes, muchísimas personas suelen pasar por eso, llantos, dolor, tristeza, depresión, mal humor o cambios de personalidad, acuérdate que todo vuelve, no lo digo por mala, sino que eso es lo que creo yo; si estás derrumbada, levántate, mira al frente y con la cabeza en alto, tenes que seguir, tal cual lo hice yo.