3🖤2: Descubiertos.

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Después de todo, aún no estaban en paz. Jake Park cerró los ojos cansado y recostó la mejilla en el pecho de Michael Myers mientras que este, rodeaba el delgado cuerpo con sus brazos.
Al homicida no le interesaba mucho si los demás se enteraban de lo que habían hecho, sabía que la mayoría le temía por su intimidante contextura física y demás. Michael nunca pensó en el riesgo que sería si los demás asesinos del reino del Ente, se enteraban de la clandestina relación con su esposo.

Danny Johnson y Frank Morrison apostaban en la sala sobre quién de los dos, Michael o Jake, fue el dominante y la respuesta más obvia, ya se sabía, por lo cual, había ganado Frank, el más lógico. La próxima recomendación sería tapar las cerraduras para que los sigilosos ojos de Danny, no anden acechando.

—Me siento un idiota al haber apostado por algo tan obvio. —. Danny murmuró de forma decepcionante a Frank mientras dejaba los billetes en la mesada.

—¿Qué? —. Frank tomó el dinero en efectivo y lo puso en duda al de la máscara —¿Por qué yo querría esto? No utilizamos nada de eso aquí, ¿Quién vendería aquí en un reino de psicópatas?

Danny deseó autogolpearse por la estupidez que había realizado. El asesino no sabía que ofrecer y también, pensó en lo estúpido que habrá sido de apostar.

—Pues... ¡No me sorprendería que tú lo hicieras! —. Argumentó Danny mientras le apuntaba con el dedo intentando defenderse de una humillación.

—¿Yo? —. Preguntó el asesino con una mano en el pecho —¿Estás incentivando a que comience un negocio?

—No, no... No fue lo que yo quise de-.

—Podríamos ser millonario y le pagamos al Ente para que nos deje ir. —. Le interrumpió Frank a Ghostface. Con los ojos risueños que parpadeaba tanto como si fuera un niño pidiendo un favor.

—No digas tonterías. —. Respondió el asesino entre risas y añadió —Estoy seguro de que a Jake lo partieron en dos.

—Qué gráfico eres, Danny... —. Exclamó Frank mientras le golpeaba el hombro —Aunque yo pensaba que su voluntad de hierro serviría de algo, bueno, sí, un poco pero Michael es un oso en ce-.

De repente, una clase de sombra invisible entró por la puerta de la residencia de Michael Myers. Aunque aquél ente quería aparentar ser invisible, su sombra se veía algo distorsionada y los asesinos que se encontraban sentados alrededor de una mesa, reconocieron inmediatamente de quién se trataba al oír una campana gimiente resonar.

—¿De qué me perdí? —. Preguntó Philip Ojomo con una sonrisa en sus labios.

—Tú... —. Dijo Frank mientras que a la par le temblaba la voz por la sorpresa —¿En dónde carajos estabas? ¡Pensábamos que te había chupado el Chubaca!

—Después de la posesión del Ente, me quedé un rato hablando con Evan. —. En cierta parte de su confesión, había una pequeña mentira.

—Hablando, claro. —. Contestó Danny con un tono de desinteresado en su voz y colocó los pies sobre la mesa para luego soltar —Siéntate que debes saber todo.

Philip obedeció y cuando estuvo al borde de sentarse en una de las sillas, Frank se colocó detrás de él, sacándole la silla de inmediato, provocando que este caiga de culo al suelo.

—Frank, no te mato porque seguramente Michael y Jake deben estar durmiendo. —. Amenazó Philip mientras se levantaba del suelo y alzaba el hacha de Azarov, haciendo que el susodicho se aparte con una sonrisa nerviosa.

—¡L-Lo siento! —. Se disculpó el asesino mientras regresaba a sentarse a un lado de Danny el cual soltaba unas carcajadas algo bajas.

—¡Jaja! S-Santo cielo... Algún día me van a matar por reírme demasiado. —. Canturreó el del cuchillo táctico mientras subía su máscara para limpiar una lágrima que corría en su pálida mejilla.

El Alma De Un Asesino → Michael Myers x Jake Park ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora