El Alma De Un Asesino → Michael Myers x Jake Park ©

FINAL.

En cada momento, siempre una historia contiene un final y es lo que precisamente Jake pensaba en su trayecto de la casa en la cual anteriormente estaban Frank Morrison, Danny Johnson y Philip Ojomo.
No era tan largo como pensaba, el azabache estaba sumamente emocionado de expresar su felicidad y también de preparar algo bonito para la ocasión.

Salió a la calle, la cual soplaba aquél viento tan frío que provocaba que el ambiente se torne a uno pesado, haciendo complicado respirar correctamente. Jake maldijo no haber traído la bufanda pero al menos, el overol le daba algo de calor y eso de que justo, quedaba bien apretado a su cuerpo debido a que el traje le quedaba algo pequeño.
Estaba tenso, de inmediato recordó lo que había visto con Michael Myers en su alcoba desde la ventana, la sombra de cabeza de pirámide. Jake se giró para ver directamente al lugar en donde había visto todo y luego, miró hacia a la ventana, en la cual se hallaba Michael mirándolo con su máscara inexpresiva.

Le sonrió y luego alzó la mano, moviéndola de lado a lado para posteriormente avanzar a su destino. Jake se rascó la nuca y suspiró, apenas era de noche y luego de toda la persecusión, estaba algo cansado y la herida que tenía en su pie, le dolía a pesar de haber sido desinfectada, el asiático lograba caminar con normalidad pero tenía una mala espina, algo que le impedía estar completamente tranquilo y sumido en seguridad.

—Esto no daba tanto miedo cuando corría de él... —. Susurró apenado, recordando los momentos en donde Michael enterraba el cuchillo en su hombro o espalda intentando abatirlo y incluso, aquellas veces en donde se escondía de su presencia para lograr sobrevivir y escapar.

Caminó a la casa vieja de madera la cual, no tenía una muy buena pinta y tampoco, el desastre le hacía muy bonita a la vista de cualquier persona que pisara el terreno. Jake ladeó la cabeza confundido, según él no estaba de esa manera tan lúgubre y destrozada cuando se había juntado a cenar con los asesinos.
Entró no muy convencido de que Frank, Danny o Philip aún estuvieran allí, ¿Cuánto tiempo había pasado desde que estuvo hablando y haciendo algunas actividades con Michael?

Observó, la luz de la sala encendida y los restos de los sándwiches dispersos por la mesa, evidentemente se habían ido. Bufó irritado por el hecho de haber hecho un largo y riesgoso trayecto para no encontrar nada, Jake iba a dar media vuelta pero se detuvo al observar en el reflejo de la mesa de vidrio, una sombra enorme detrás suyo.
Sostuvo la madera de la silla y la apretó con todas sus fuerzas, el corazón le latía fuertemente y por todas las deidades existentes, Jake deseaba que se tratara de su esposo el que estaba detrás suyo y no el verdugo.

Jake aguantó la respiración y luego, tomó una bocanada de aire para girarse pero un fuerte estruendo, lo hizo exaltar. El azabache sin contener absolutamente nada, miró, allí estaba la cabeza de pirámide en el suelo y Michael Myers, detrás de este sosteniendo un cuchillo de cocina en su cuello, amenazando con tirar de este para rajarle la yugular.
La enorme cuchilla del verdugo estaba en el suelo, evidentemente el impacto provocó que inevitablemente la suelte y sea abatido en el suelo por una llave de Myers, el cual evitaba que este se escape analizando toda estrategia posible que iniciara un ataque hacia Jake.

—¿Qué mierda? —. Susurró Jake sorprendido mientras se alejaba poco a poco de ambos hombres, chocandose con el marco de la mesa.

La espalda de Michael retumbó contra la pared ante los intentos de liberación que cabeza de Pirámide ejercía, al menos, a pesar de que el rubio ya no ejercía su puesto como asesino, al menos aún continuaba teniendo su fuerza sobrehumana y la resistencia sobrenatural.
Definitivamente, el asesino estaba atrapado entre sus brazos y la posibilidad de escape era nula, solo le quedaba confesar lo que estaba haciendo y lo que realmente le quería hacer a Jake Park.