3🖤8: Expuestos.

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Michael Myers abrazó a Jake Park con todas las fuerzas que sus brazos le brindaban y lo alzó por los aires, como si no lo hubiera visto en mucho tiempo. El azabache sacudió las manos en señal de que deseaba bajarse y el asesino simplemente le obedeció.
Jake sintió algo húmedo en su mejilla y se tocó para posteriormente verificar algún líquido en sus dedos, en el cual se hallaba sangre.

—Tengo sangre en la mejilla... —. Michael extendió su mano lastimada y le mostró lo que había pasado, a lo cual Jake reaccionó exaltado —¡Michael! ¿Qué pasó? ¿Cómo te hiciste esto?

El rubio sonrió mientras negaba con la cabeza y abrió la boca para argumentar.

—Hice esto por ti. —. Le dijo Michael a Jake, el cual estaba algo confundido y conmovido por la respuesta.

—¿Qué? ¿Cortarte? —. El asiático ladeó la cabeza y añadió —Michael, debes explicarme lo que realmente sucedió.

Jake se hallaba preocupado por todo lo que había sucedido, incluso al momento de exigir una explicación, sostuvo las mejillas de su esposo intentando influir confianza en él.

—Hice... Un ritual para estar aquí contigo. Frank, Philip y Danny me ayudaron. —. Michael mencionó a cada uno de los asesinos los cuales realmente le ayudaron en el ritual, ahora mismo no sabía qué había pasado con ellos.

Jake se ahogó con su propia saliva y comenzó a toser mientras al mismo tiempo intentaba regular la voz para que sus compañeros de supervivencia no se percaten de lo que estaba pasando ni mucho menos que acepten a Michael Myers.

—Cielo, no entiendo. Si estás aquí es por algo... ¿Perdiste tus "poderes"? —. Cuestionó Jake mientras tomaba la mano del homicida y tomaba una hija de un árbol para presionarla en la herida.

Michael asintió. Jake suspiró y mientras tanto, se apartó del asesino para posteriormente sacarse el guante y lo colocó en la mano del otro aunque ciertamente le quedaba muy pequeño.

—Mierda... Entonces esto lo haré como un lazo, no puedes tener la mano tan grande. —. Myers rió bajito y al mismo tiempo se tapó la boca intentando censurar la risa —¡Ríete! Me hace feliz escucharte reír, eso me hace saber que te diviertes conmigo. —. Exclamó Jake mientras enredaba su guante en la herida del asesino.

—Siempre.

Michael Myers se sintió agradecido por el dulce gesto que le había hecho Jake y no supo de que manera agradecerle. Se tensó precisamente por eso y lo miró, analizando sus facciones.
El corazón se le aceleró y inevitablemente sintió las mejillas rojizas, ni él mismo entendía el estado en el cual Jake le metía.

Pensó en la mejor opción de besarle, como tanto ansiaba cada vez que ve aquellos labios abultados que le enloquecían. Y eso mismo fue lo que hizo, tomando de sorpresa a Jake el cual no esperaba nada más que un "Gracias" por parte del homicida.
Por supuesto, el azabache le correspondió sosteniéndole las manos mientras era recostado nuevamente sobre el árbol el cual había dormido y soñado precisamente sobre él.

—Eso fue inesperado... —. Soltó el sobreviviente mientras regresaba a besar a Michael y rápidamente se apartaba —Lo siento pero tengo una duda muy grande, una dudita.

—¿Cuál? —. Alzó la ceja el asesino mientras aún mantenía el brazo a un lado de Jake.

—Que estés aquí... Eso significa que ahora eres... ¿Un sobreviviente?

—Depende como quieras verlo. Francamente lo soy pero la fuerza no se me va. —. Contestó Michael con un aire de superioridad, a lo cual Jake sonrió y le abrazó por la cintura intentando levantarlo.

El Alma De Un Asesino → Michael Myers x Jake Park ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora