2🖤8: Irreconocible.

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Michael Myers sostenía a Philip Ojomo entre sus brazos mientras recorría el frío lúgubre bosque que se hallaba entre medio de Haddonfield y La finca MacMillan.
Especialmente la entrada que mostraba a todo el esplendor a la Torre de carbón, depósito quejumbroso y demás ubicaciones de en donde residía el asesino Evan MacMillan.

El rubio continuaba en silencio, no tenía un plan en específico más que seguir las órdenes sueltas que mandaba Philip. Para empezar, Michael sabía que en la vida del peliplateado, algo tenía con el de la máscara aunque con certeza, no había comprendido el propósito de la relación extraña que tenían ambos homicidas.

El Espectro sostenía los bordes del saco de Michael y tironeaba en señal de que quería bajarse, pero este no se percataba de las señales y seguía caminando hacia el destino.
Caminaron hasta que llegaron a aquél respectivo lugar en donde desde un principio, Philip quería llegar.
Michael miraba hacia todos los lados recordando como comenzaba persecusiones con sobrevivientes de distintas índoles.

—¿Es aquí no? —. Preguntó el homicida mientras miraba a su compañero, el cual intentando contener el inminente vómito, asintió.

En efecto, estaban en "Bosque de la guarida" varios troncos rodeando un enorme árbol y el semejante bosque que contenían algunas casas.
Unas que daban a las minas que fueron selladas por Evan y otras en donde habían varios motores situados en distintas esquinas de la finca.

Con cuidado, Michael bajó a Philip y sostuvo su espalda ayudándolo a acomodar sus pasos los cuales iban con torpeza debido a los espasmos por las deformaciones.
La fisonomía le daba un toque raro y ya no era el mismo Philip el cual todos asesinos conocían, parecía simplemente y únicamente un monstruo digno de ser temido por quién le viera.

—Espera aquí —. Michael sentó a Philip en uno de los troncos y recostó el delgado cuerpo en el dichoso lugar —Voy a buscar a Evan, no te muevas.

Philip asintió y colocó la mano en su estómago, presionandolo intentando mantener la calma con el objetivo de esperar a el Trampero y no hacer desastre en su bosque.

[...]

Danny Johnson se encogió de hombros mientras miraba con un semblante de confusión a Frank Morrison, el cual negó con la cabeza.

—¿No está en su casa? —. Cuestionó Frank de forma confusa —¿Viste a Philip? ¿No está ahí tampoco?

—¿Por qué estaría ahí? —. Danny inmediatamente golpeó en la cara a Frank por haber expuesto el plan de Michael.

—Bueno, todo no fue mariposas —. Ghostface hizo formas del insecto con sus manos —Nosotros éramos los encargados de controlar la música de los violines pero aparecieron tus amigos —. Señaló a Felix —Y nos encargamos para no interrumpir la "Cita". Entonces le dejamos la responsabilidad a Philip.

—Eso quiere decir qué... ¡Michael me mintió! Pensé que hacía magia, ya que ustedes tienen tantas habilidades —. Mencionó Jake triste.

—Somos humanos como ustedes pero con fuerza sobrehumana y cuchillos los cuales nos los otorga el Ente —. Explicó Frank y añadió—Excepto Philip, Sally, Rin y...

—Hay muchos más sobrenaturales pero eso va para después —. Le interrumpió Danny —Y tú... ¿Quién eres? —. Cuestionó el del cuchillo táctico a Felix.

—Eso no te importa pero... Soy Felix Richter, un sobre-.

—Suficiente información, debemos ir a por Michael y Philip —. Esta vez interrumpió La Legión mientras caminaba hacia la residencia de Michael Myers, específicamente detrás de su casa, entre los arbustos en donde se hallaba el semejante parlante.

El Alma De Un Asesino → Michael Myers x Jake Park ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora