El Alma De Un Asesino → Michael Myers x Jake Park ©

3🖤3: Todos contra ellos.

Michael Myers y Jake Park miraban confundidos a los que se hallaban alrededor de la mesa junto a la cena que aquellos habían preparado.
Philip Ojomo, Frank Morrison y Danny Jed Olsen Johnson.
No tenían ningún plan en mente que sentarte y observar los rostros de incomodidad de todos por el dichoso suceso que los involucraba a asesino y sobreviviente. Michael, con cuidado recostó a Jake en una de las sillas y se sentó a su lado en frente a Danny, el cual alzó su mano, moviéndola de lado en lado.

—¿Cómo estuvo la siesta? —. Cuestionó Ghostface mientras agitaba el dedo índice. Philip se cubrió la boca con la mano izquierda intentando ocultar la risa que se le había escapado.

—¿Bien? Hey... No sean morbosos. —. Contestó el azabache mientras miraba a su esposo y luego, tomaba un cuchillo para posteriormente cortar la carne de alce que estaba a su disposición.

Como le costaba estirarse al costado para alcanzar la fuente por el dolor de cadera, Michael apartó su mano y con el cuchillo de cocina que siempre utilizaba para masacrar a sus víctimas como ofrenda para el Ente y paz interior, como si fuera magia, cortó el trozo sin dificultad y lo dejó en el platillo de Jake.
Park sonrió y agradeció en un susurro, acercándose un poco para que solo lo escuche él. El pequeño grupo de asesinos cuchicheaban entre ellos por la horonable acción que había hecho Michael Myers, algo que nunca había hecho por nadie más que Jake.

—Mikey~ —. Canturreó Frank. A lo cual, Jake reaccionó con un rostro de confundido y enojado por el apodo con ese tono no muy convincente —¿Me das ese pedazo de carne?

Jake frunció el ceño y miró a Michael, el cual como siempre, gracias a su máscara, se hallaba inexpresivo. No dijo nada, se mantuvo inmóvil para después, voltear la mirada hacia los ojos negros del azabache.

—Cortalo tú. —. Exclamó Jake de brazos cruzados y añadió —No involucremos a mi... Esposo —Mencionó inseguro—En asuntos en donde uno puede hacer las cosas por sí solo.

Danny, el cual estaba ingiriendo la carne con aquél mejunje que había preparado junto a sus amigos, se atragantó al haber oído: "Esposo". Con Philip fue la casi misma reacción pero este estaba bebiendo agua y accidentalmente, la escupió en el rostro del asiático/americano. Frank se quedó boquiabierto olvidando todo el asunto de imitar a Jake, quedándose completamente congelado en su asiento sin saber exactamente qué decir u preguntar.

—¿Esposo? ¿Se casaron? ¡Se casaron! ¿Cuándo? ¿Y además no fuimos invitados? —. Cuestionó indignado Ojomo mientras extendía una servilleta a Jake por el desastre que le había hecho.

Michael suspiró entre tantas preguntas y era cierto, probablemente, para él, en la siguiente noche o en donde estuviera la luna llena, ahí mismo llevaría el anillo el cual le había prometido a Jake.
El de los ojos rasgados chasqueó la lengua y tomó la servilleta para limpiarse los restos de agua, verificó el estado de su rostro al tocarse con sus guantes y no vió nada más que gotas que poco a poco, se hallaban desvaneciendose.

—No nos casamos oficialmente... Más bien para nosotros dos, somos esposos y es algo más íntimo, aunque nunca pensamos en hacer algo grande —. Explicó Jake mientras tocaba el hombro de Michael y apoyaba la mejilla en su brazo —Probablemente hagamos algo íntimo entre nosotros cinco.

Frank festejó chocando las palmas con Philip y Danny, los cuales también estaban emocionados, pero, en el fondo sorprendidos.
Antes de que Michael y Jake comenzaran a salir de esa manera en la que todos conocemos, sólo deseaban asesinar al sobreviviente para que Michael vuelva a su estado normal como el asesino que siempre fue: Sanguinario, cruel, sádico y inhumano.
Tenían la firme idea de que lo estaban corrompiendo para destrozar a la Entidad que había llegado desde tiempos inmemoriales, probablemente aquella cosa era más antigua que el mismísimo universo.
Sabían que ante cualquier cosa, no lograrían hacerlo pero Jake realmente amaba a Michael y así viceversa.