Capítulo XI

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Tras unos minutos caminando por las aguas del pantano, Lukassy vió algo moverse en el agua.

-¿Qué es eso? -preguntó el enano mirando al agua.

-Seguramente sea un pez. -dijo Yattak.

-Parece muy grande para ser un pez... -murmuró Nizzy.

-Ya lo sé, estoy intentando tranquilizarme a mí mismo. -añadió Yattak.

Instantes después, las patas de Weathla se hundieron en las aguas estancadas del pantano, dejándola atrapada.

-Chicos, tenemos un problema. -añadió Yattak bajándose de la yegua.

-¿Qué pasa? -preguntó Lukassy extrañado.

-Weathla se ha quedado atascada en el agua. -informó Yattak.

-Esto puede ser peligroso, pero... ¿Podríais ir a buscar algo para sacarla de aquí mientras yo me quedo con ella? -

-Claro, si necesitas ayuda, llámanos a gritos... O algo. -dijo Nizzy.

-Bien, eso haré, hasta ahora. -

Los enanos se fueron por caminos diferentes, mientras Yattak se quedaba cuidando del animal. Weathla relinchó, llamando la atención de Yattak que la miró para ver qué le ocurría.

-Esto ya lo has vivido, ¿no? -añadió Yattak acercándose al animal pero sin pisar el agua en la que se hundió.

-Tranquila, sabes que siempre te consigo salvar. -

-Si algún monstruo o algo quiere hacerte daño, se las tendrá que ver conmigo primero. -dijo Yattak convencido de lo que decía.

En ese momento, tras unos árboles, Yattak pudo ver a una criatura bípeda, de brazos largos y cara alargada parecida a la de un lobo, cubierto de vegetación y musgo. Yattak, sin pensárselo dos veces, sacó su espada y la dirigió hacia la criatura de ojos amarillos.

-¿Qué diablos eres? -preguntó Yattak

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-¿Qué diablos eres? -preguntó Yattak.

-Oh, claro, no sabes hablar, no sé en qué estaría pensando. ¡Aléjate! -

La criatura se acercó corriendo a cuatro patas hacia Yattak, acción que asustó a Yattak y cuando se enderezó delante suya y le rugió, este le atravesó con la espada, para después desencajarla y cortarle una mano, haciéndole gritar de dolor. La yegua se intentó liberar para ayudar a su amigo, pero no podía de ninguna forma. Yattak, le volvió a atravesar, haciéndole caer de rodillas esta vez, y cuando volvió a sacar la espada, le cortó la cabeza a aquel monstruo.

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