Capítulo XXVI

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Los dos hermanos llevaron a los demás a su casa, para que estuviesen en un lugar preparándose mientras los soldados salían de la montaña.

-Bien, podéis quedaros aquí. Cuando llegué Demmak Dûm os avisaremos. -añadió Nizzy.

-¿Vosotros no os quedáis con nosotros? -preguntó Dagonnord.

-Nosotros despertamos a Demmak Dûm, debemos estar en primera fila para la batalla. -respondió Nizzy.

El Drekko se agachó y les dió un abrazo a Nizzy y a Lukassy, ya que posiblemente no los vería más.

-No os conocemos mucho pero... Os deseamos la mejor de las suertes. -añadió Rothell.

Este se agachó un poco y les dió la mano a los dos hermanos, y después se enderezó nuevamente. Los hermanos se marcharon y Rothell pudo ver cómo se alejaban hacia la armería, posiblemente para armarse con escudos y espadas y ponerse la armadura.

-Rothell, ¿Vamos a morir? -preguntó uno de sus guardias.

-No voy a mentir, posiblemente muchos vayamos a morir, no podemos saber quiénes, pero sí. -respondió Rothell al girarse hacia el guardia.

-Se ve que das muchas esperanzas. -dijo Vallynnoth irónicamente.

-No tienen que tener esperanzas, si las tienen va a ser mucho peor cuando vean el fuego llegar hasta ellos. -replicó Rothell mirando a Vallynnoth.

-Pero si tienen esperanzas también tendrán más confianza y posiblemente podremos ganar. -contestó Vallynnoth con los brazos cruzados.

-Esperemos que sí... Bueno, que cada uno haga sus cosas. -dijo Rothell para terminar la conversación.

Aquellas dos horas se pasaron volando, o almenos para Rothell, que estaba sentado en un sillón pensando en qué pasaría si moría en esa batalla, en qué pasaría si Yattak utilizase mal la Skrall, y se estaba empezando a arrepentir de haber ido, pero ya fue demasiado tarde cuando vio a Nizzy entrar por la puerta.

-Chicos, hay una gran masa de viento fuera, ha llegado. -

-Es el momento de salir. -dijo Rothell levantándose de su asiento.

-¿Qué pasará si morimos? -preguntó otro de los guardias temblando.

-Los que mueran serán recordados como héroes. Los que vivan, tendrán una historia que contar. -contestó Syla sonriendo de medio lado.

El grupo salió de la montaña y pudieron ver, impresionados, un gran ejército de almenos 3.000 soldados enanos.

-¿Tantos enanos había en la montaña? -preguntó Vallynnoth extrañado.

-No, pero unos 1.000 de aquí son de los Valles Azules. Tienen amaestrados algunos dragones asique han llegado rápido. -explicó Nizzy.

-¿Dónde está Lukassy? -preguntó Dagonnord.

-Está en primera fila, ahora me voy a reunir con él. -repondió la enana.

-Buena suerte a todos. -

-Igualmente, acabaremos con ese dragón. -aseguró Rothell.

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