Capítulo XVIII

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Yattak y los demás no pudieron dormir esa noche, pensando que la Banshee tendría compañía, pero no fue así, incluso Lukassy se pudo dormir un rato.

–Bien chicos, es hora de irse. –añadió Yattak levantándose del suelo.

–Venga, según mis cálculos, dentro de pocos días deberíamos estar en el Turfahtti. –explicó Nizzy.

–Si son correctos, claro. –murmuró Lukassy para burlarse de su hermana.

–Te he escuchado Lukassy. –

Minutos después, cuando todos estaban ya preparados para marchar, emprendieron el camino hacia el volcán, que no estaba lejos, dispuestos a llegar lo antes posible. Por el camino, hubo bastante silencio, ya que todos estaban mirando el paisaje al no tener ningún tema de conversación.

–Oye Dagonnord, ¿porqué piensas distinto a los otros Drekkos? Se supone que os crían con la mentalidad de que matar es lo que se debe hacer y esas cosas. –añadió Yattak para romper el hielo.

–No todos los Drekkos somos iguales, yo y mi mujer éramos muy parecidos en eso, éramos sensibles, y buenos con los demás. –explicó Dagonnord.

–¿Y tú mujer dónde está ahora? –preguntó Lukassy extrañado.

–¿Recordáis lo que os conté sobre los ataques de la pareja de hombres lobo? En uno de esos ataques el hombre la atacó, terminando con su vida en pocos segundos. –dijo Dagonnord.

–Eso es... Horrible... –murmuró Nizzy.

–Pero no tiene la culpa, su forma de ser lo obliga a matar, los hombres lobo no se pueden contener ante eso. –explicó Dagonnord mientras veía a un dragón de cristal sobrevolar una montaña lejana.

–Aún así, la rabia me invadió y le hice un corte en el brazo al hombre lobo. Este me levantó, como si fuese un muñeco de trapo, y me lanzó contra un árbol, y entonces llegaron los demás Drekkos y lo hicieron huir. –

–Los Drekkos mataron a mi familia, bueno, exactamente, uno de ellos controló a un dragón que tiró una de las torres de mi ciudad, torre que cayó sobre mi mujer, mi hijo y mi hija pequeña. –explicó Yattak con lágrimas en los ojos, que se secaron rápidamente, extrañando a Yattak, pero no le dió demasiada importancia.

–Nuestros padres murieron en una batalla que hubo hace muchos años, concretamente 356 años, contra el peor de los enemigos. –comenzó a explicar Lukassy.

–¿Qué enemigo? –preguntó Dagonnord.

–Demmak Dûm, un dragón de tamaño colosal y color negro cuyo fuego podría destruir incluso Gaella si quisiese. –contestó Nizzy.

–El dragón acudió a Gaella para tratar de robarle la montaña a los enanos que vivían allí desde hace miles de años. Pero estos no se dejaron intimidar por su tamaño, que era mayor al de Gaella, y lucharon. –explicó Lukassy.

–Pudieron ganar a duras penas, nosotros éramos sólo bebés cuando aquello pasó. –añadió Nizzy.

–¿El dragón murió? –preguntó Yattak.

–Se dice que al estar muy herido huyó muy lejos, hacia el norte de Throndill. –dijo Lukassy.

Minutos después, el grupo se encontró a la entrada de un bosque oscuro con copas de color rojo.

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