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—Tu plan es un asco.

Eso es lo que dice Namjoon una vez que mi mejor amigo termina de hablar. Jimin lo asesina con la mirada mientras que Nam lo único que hace es seguir bebiendo de su café helado.

—Ni siquiera lo pusimos a prueba.

—No hace falta.

El ceño de Jimin se frunce aún más, si es que eso es posible. Por un momento temo por la piel arrugada entre las cejas de mi amigo. Namjoon termina tranquilamente su bebida y por último levanta la mirada enfocandola en mi amigo.

—Cerra el orto, Namjoon.

Lanza una suave risa, haciendo que sus hoyuelos se remarquen por un segundo.

—Tienes que dejar videos de argentinos.

—Vos no me mandas a mí.

Decido desviar mi mirada, dejando que ambos sigan discutiendo sin sentido. Porque así lo siento y sé de sobra que ustedes también.

Mi celular vibra en mi mano y bajo la barra de notificaciones viendo el mensaje de mi mamá, recordandome que este fin de semana vienen a visitarme. Le respondo rápido y cuelgo mi mochila al hombro. Eso es lo que llama la atención de mis dos amigos.

—¿A dónde vas?

—A la biblioteca.

Lo cierto es que había acordado reunirme allí con una chica que se había llevado el libro que necesitaba. Le pregunté por su número así me avisaba lo antes posible que lo había devuelto. Realmente lo necesito, como Jungkook necesitaba el de historia.

Ya éstas pensando en él.

Muevo mi cabeza de lado a lado y salgo de la cafetería dejando a mis amigos detrás. Ellos se piensan que son buenos disimulando las ganas escondidas que se traen, pero no engañan a nadie. Literalmente hablando. Toda la facultad, sin exagerar, se preguntan el momento en el que hagan oficial su relación. Lo único que yo sé es que no están en algo, pero se que tienen ganas de comerse la boca cada vez que se ven.

Algo así como yo con Jungkook, pero ellos son cercanos. Yo estoy en esa parte de amor no correspondido y que no supe enfrentarlo bien, por lo que ahora de quien estoy enamorado piensa que en realidad lo odio y me molesta su presencia.

Soy un desastre.

Dejo escapar un suspiro una vez llego a la facultad y me dirijo hacia las escaleras. Para mi mala suerte–en realidad buena–me topo con Jungkook. Casi que choco con su cuerpo de no haber sido que levante la mirada de mis pies a tiempo y él también. Estas coincidencias no me gustan para nada.

—Kim.

Asiento y sigo subiendo las escaleras como si su presencia no me hubiera alterado todo el jodido sistema nervioso. Vi su ceño fruncirse antes de irme. Soy muy malo para enfrentarme a sentimientos, ¿ya lo dije? Lo repetiré las veces que hagan falta.

Por más que quiero ignorarlo, escucho pasos viniendo detrás mía mientras continúo subiendo. No quiero ilusionarme y pensar que la persona que quiero está siguiéndome. ¿Por qué? Primero, no tiene sentido. Segundo, él piensa que lo odio. Tercero, no tiene sentido por dos.

Una vez que llego al piso de la biblioteca dejo escapar un jadeo de satisfacción. A ver, no quiero decir que no estoy en estado físico. Salgo a correr todas las mañanas. Pero, es la tarde, el sol me estuvo pegando todo el viaje de vuelta de la cafetería a la facultad. Estaba agotado y necesitaba un trago de agua fresca y no el agua caliente de la botella en mi mochila.

Abro las puertas y cuando entro veo a Yeri haciéndome señas. Sonrío y camino hacia ella, quien me devuelve la sonrisa. Intercambiamos un par de palabras que no vienen al caso y me entrega el libro. Doy aviso a la bibliotecaria de que me lo estoy llevando. Cuando me dice que ya lo anotó, es que salgo y me encuentro con una sorpresa.

—¿Jungkook?

Se gira en mi dirección. Está apoyado con la espalda en la pared cerca de la puerta y de brazos cruzados. Trato de mantener mi mirada en sus ojos y no bajar a detallar esos músculos por los que babeo.

Se impulsa y queda de pie frente a mí. Sus manos ahora están en los bolsillo de su pantalón. De su ajustado pantalón.

—¿Estás huyendo de mi, Kim? —pregunta en un tono de voz ronca.

Mi nerviosismo se dispara como loco y desearía tener a un Jimin diciéndome que tengo que hacer, porque voy a ser sincero con respecto a que su idea de pasos para conquistar a Jungkook son una jodida mierda. Lo único que rescaté de todo lo que me había dicho, fue que sea yo mismo.

Ahí te voy, mundo.

Dejo escapar una risa.—¿Por qué estaría huyendo de ti, Jeon?

Su lengua golpea golpea su mejilla y rezo por todos los dioses la voluntad que tengo para no mirar en esa dirección.

—No lo sé. Tú dime. Desde que prácticamente me echaste de tu casa, corres despavorido cada vez que me ves en los pasillos.

A ver, eso es mitad cierto mitad mentira. ¿Qué si lo evado? Puede ser, pero no todos los días. Hay veces, y me refiero a más de una vez, que llego tarde porque me quedo dormido. No tengo más explicación que esa. Punto.

—¿Y a ti por qué te importaría si te evito o no? —mi pregunta lo toma desprevenido, lo puedo ver en su rostro. Se encuentra encerrado.—No lo hago, por si te preocupa.

Retomo mi camino, pasando por un lado de él, pero antes de que pueda dar un paso más, su mano detiene mi caminar posandose en mi brazo. El agarre repentino hace que retroceda, casi cayéndome, y me encuentro apretado contra su pecho.

Su mirada baja a la mía y sé que puede sentir el latir desbocado de mi corazón. Mis manos están apresadas entre nosotros, mis palmas completamente abiertas y apoyadas en su pecho. Una vez me doy cuenta trato de librarme, pero su agarre parece firme a mi alrededor.

Lo que dice a continuación, deja mi boca seca.

—¿Y que si me importa?









[♡]

Volví ah

Espero les guste el capítulo. A mi la verdad es el que más me gusta hasta ahora.

En poco tiempo voy a subir un OS que se me ocurrió, no me acuerdo porqué xd.

Los amo♡♡♡♡

Nerd [kookv-🌺]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora