capitulo 5

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Un problema muy grande

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Un problema muy grande.

Parisa.




La luz del sol me despierta, recuerdo que en el castillo siempre dejaba abierta la ventana y las cortinas en la noche. Al otro día amanecía con pájaros, más los rayos de luz en toda la habitación, se veía una arcoiris gracias al papel especial de las ventanas.

era tan perfecta, la chica que todos querían ser...”

¿Que más podía pedir? Decían todos ¿Que puedo pedir? Vivir, ser feliz, dejar de vivir con miedo...tantas cosas pero es mi vida y no puedo cambiarla.

Quito mi sabana y me pongo de pie, entro a bañarme. Estudiar bellas artes quita mucho tiempo, más el trabajo, no tendré casi tiempo para vivir.

Mi asistente personal me escribió hace unos minutos. Encerio que Suecia está molesta, todos quieren conocerme, todo el país quiere saber quien es la famosa reina amarilla.

Ahora sí están mis padres desesperados, ellos quieren mostrarme pero como no estoy ahí no pueden hacerlo por fotos. Ya que no me gustan y solo tienen de bebé.

Mis ojos son...algo raro, cambian de color, siempre me han traído un gran problema ¿Cuál? Que ahora son blanco perla, son muy brillantes pero con blanco.

Según Google el único de color de ojos que cambia es el verde pero a mí me cambia y los tengo amarillo oro y blanco perla.

Salgo del baño, veo mi armario —. buenos días, madrugadora— saluda Olivia.

—¿Cómo te fué en la entrevista de trabajo?— pregunta Ashley.

—no fuí a la primera pero a la segunda sí, lo conseguí y es en la tarde, después de clases— saco unos jeans holgados y una camisa larga blanca.

Unos tenis blancos Nike, la verdad seré princesa pero me encanta Nike, siempre mis hermanas con tacones y yo iba con mis zapatillas del pueblo.

Río ante los recuerdos de mí hermana mayor gritando que le mancharon un zapato con necesidades del perro. Cómo le pude reír desde la encima de la torre. Sí mi habitación queda en la torre, a esa parte nadie va, está prohíbo ir ya que es mi habitación y todo de ese lado es mío, es mí espacio.

—¿De que ríes?— preguntan las chicas.

—un día desde lo alto de mi habitación, veía el jardín lleno de nieve y ví a mi hermana gritando, cuando escucho era...—no pude evitar reír— estaba gritando porque piso el número dos de mi perrita con sus tacones, iba saliendo a una fiesta. Así que imagínense a una loca, nos hablada, toda arreglada insultando a una perrita chiquita, más pequeña que su pie.

Ellas estallan de risas. Entro al baño, me echo aceite por todo mis muslos haciendo masajes en círculos. Esto sirve para las estrías que me salieron hace un mes, busco mi crema para la piel y la aplico también, seguido de todo de mis cremas para la cara.

La Corona Negra /The Crowns I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora