Primer libro de la biología de las coronas o the crowns.
Siguiente libro: La Corona Blanca. The Crowns II.
¿la reina roja? ¿la reina azul? ¿que tiene que ver?.
Parisa es una princesa de Suecia, juntos a sus hermanos. ella decide emprender a estudia...
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Pijamada con una loca.
Athan POV.
—¿Puedo hacerte preguntas? —me volteo a detallar ese rostro.
—Está bien —resoplo viéndola.
—¿Prefieres el brillo o que sea opaco? No es nada es específico solo responde.
—El brillo siempre va a demostrarle al opaco quien manda y quien llama la atención.
—Pero el opaco es en realidad el que resalta ya que tanto brillo te ciega mientras el opaco te demuestra que a pesar de no tener brillo eres único, ya que el brillo lo tiene cualquiera.
—¿Eres mi psicóloga? —suelto una carcajada—. Perdón si ofendí al opaco.
—Te voy a decir una frase que solo dije en una sola vez, yo soy como la luna siempre estoy sola pero nunca dejo de destilar brillo es un don que no cualquiera tiene. Si no hubiera contestaciones igual brillaría entre tanta oscuridad iluminando todo lo que las constelaciones llenaban y mucho más.
Con que engreída y con mucho ego.
—¿Tienes el ego muy alto?.
—Pues... demasiado pero creo que mi orgullo es mucho más grande, puedo ignorarte tanto que vas a dudar de ti propia existencia si estoy peleada contigo.
—Llegamos señor.
Bajo del auto con el bolso de doña caramelo, no sé porque pero quiero llamarla caramelo.
Bueno tal vez sea porque su color de ojos amarillos me hace recordar a el oro o un caramelo de miel que es mi favorito, son dos caramelos de miel. . .la miel es la cosa más rica del mundo.
Entramos al campus, todos la miran y ella no hace que no lo nota más bien agarra el campus como su pasarela y hace su desfile de modelaje, todos los hombres babean por ella hasta que me acerco a Bella por detrás para que ellos alejen su mirada.
Soy el presidente y ella no se ve, se le respeta. Una mujer solo se le puede ver cómo ellos hacen después de pedirle permiso, un caballero haría eso.
Seguro a mi hermano le gusta y si a mí me dicen el Dios de los celos él creó los celos entonces. Admito, si soy muy celoso y posesivo sin llegar a hacer un tóxico.
Subimos las escaleras del edificio de mi hermano, el de seguridad al verla le abre la puerta haciendo una reverencia.
—¿Eso es para mí o para ella?— pregunto.
—Para ella pero si usted señor presidente también lo proclama también lo hago para usted.
Niego. Me parece algo muy malo de la realeza que hagan eso o obliguen a hacerlo.
—Princesa, te llegó este paquete —le da una caja normal de cartón mediana. Bufo «princesa».
Yo la tomo y ella agradece y se va caminando al elevador.
