Primer libro de la biología de las coronas o the crowns.
Siguiente libro: La Corona Blanca. The Crowns II.
¿la reina roja? ¿la reina azul? ¿que tiene que ver?.
Parisa es una princesa de Suecia, juntos a sus hermanos. ella decide emprender a estudia...
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El nacimiento de mi corazón.
Eduardo POV.
18 años antes...
Camino por los pasillos del reino, me encuentro a mi linda y hermosa hija jugando en una alfombra con mi mejor amigo; Antonio.
Me recuesto en el umbral, viéndolos jugar muy entretenidos con unos dados grandes de colores sentados encima de ellos con una mesa color rosa larga pero pequeña de altura por ser de juguete con toda una mesa llena de comida falsa.
—Te toca tú té— dice su tierna voz. Es una melodía que no me canso de escuchar, es tan dulce su voz y tan rápida a la vez. Aprendió rápido a hablar, ya a los 9 meses ya tenía un vocabulario de once palabras básicas para hablar con nosotros.
Sus tres añitos hacen que vaya aprendiendo más con el paso del tiempo.
—¿Dónde está mi zapatilla?— entra corriendo mi otra hija mayor; Alicia.
Mira a Lucía.
—¿Tú estás utilizando MIS zapatillas del colegio para jugar?— me acerco a ellos.
—¿¡Dode esta papa!?— dice sollazando Arturo.
“lo que me falta es que vengan las esposas a decir que me van a asesinar por comerme todas las galletas de los niños más un pollo entero a la brasa”
Últimamente lo único que quiere mi esposa es asesinarme —por razones que el universo no quiere decirme— hasta no quiere comer lo que le sirven si no todo preparado por mi amada suegrita.
“ese si es el diablo en persona”
Niego. No puedo recordar a personas que no vale la pena porque luego me vienen con sus venenos y me asesinan.
—Niñas —llamo su atención—. No pueden pelear por el simple hecho de unas sencillas zapatillas. Alicia tienes 8 pares de las mismas zapatillas, mismo tamaño y color para que eso no pase. No puedes empeñarte en que tú hermana que no tiene de ese estilo de zapatillas a petición tuya no las utilice.
—¡Pero yo quiero esas!— señala los pies de su hermana gritando.
Miro a Lucia —. ¡No pienso dartelas ya las tengo yo!.
Lucía sube las mangas del suéter tejido por su abuela que tiene puesto—. ¡Ven y quítame las!.
—¡Ya verás, Cabeza de árbol!— Alicia se le lanza encima a su hermana como una fiera.
¡Que bonito momento! Tus hijas peleando y tu mejor amigo muerto de risa.
—¿No quieres una tercer hija? Necesitan más competencia —bromea mi amigo—. Yo creo que falta una tercera para más golpes.
—Te voy a encerrar en el calabozo— le dice Arturo.
—¡Por el reino de papá!— exclamo al ver a las niñas agarrándose por sus cabellos sedosos con bucles y ondas naturales ellas gritan insultos para la otra con ofensas irrespetuosas.
