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POV ANNE

Unos golpes incesantes se escuchaban desde la puerta principal.

Fruncí el ceño confundida sobre quién podía ser. Nadie sabía que había vuelto a mi departamento...

Por un momento me asusté. Haber estado dentro del mundo de Thomas me había vuelto un poco paranoica.

Miré en mi celular la hora: las 3:45 am.

Los golpes seguían retumbando, incluso cada vez con más fuerza.

Me puse de pie, y me abracé los brazos con mis manos mientras caminaba hacia la puerta. Hacía mucho frío y mi musculosa no abrigaba absolutamente nada.

Crucé el living, me acerqué a la entrada y encendí la luz.

-¿Quién es?- pregunté con firmeza.

-Soy Thomas, ábreme por favor-

Que carajo...
¿Qué hacía acá?

No entendía como me había encontrado tan pronto, aunque era obvio que no tenía muchas opciones donde dormir.

-¿Qué quieres?-

-Necesito hablar contigo- eso me enfureció.

No me había dado ni una explicación cuando se la había pedido, incluso me había echado prácticamente de su casa.
¿Y ahora necesitaba hablar conmigo?

-Seguramente pueda esperar. Ahora no quiero hablar- y me dí vuelta dispuesta a volver a dormir. Si quería seguir golpeando, que lo hiciera. No lo dejaría entrar.

-En serio es muy urgente, necesito hablar ya mismo-

El tono desesperado de su voz me alertó. ¿Y si le había pasado algo a Sam? ¿O estaba él herido?

Cerré los ojos y me maldije.

¿Por qué tenía que ser buena? ¿No podía simplemente mandarlo a la mierda como él hizo hace unas horas?

Suspiré y me acerqué a la perilla. Dí dos vueltas la llave y tomé aire antes de abrir la puerta.

Allí estaba. Mi amor. El hombre que había hecho latir mi corazón como nadie. Y también el que lo había roto.

Me percaté de que tenía sus ojos rojos, y vidriosos. ¿Había llorado?

-¿Sam está bien?- pregunté de prisa. Ya me había asegurado de que él no estaba lastimado.

-Si si... ¿Puedo pasar?-

-Mira Thomas, no sé que te sucede, pero después de lo de hoy necesito tiempo...-

-Ví el test-  me interrumpió.

-¿Qué test?- intenté en vano hacerme la desentendida.

-Tu test de embarazo, Anne-

Okey, ésto sí explicaba muchas cosas.

Su presencia repentina acá, su desesperación por hablar, su ojos rojos y llorosos.
¿Habrá llorado de tristeza? ¿De enojo?

Rendida, suspiré y me hice a un lado para que pudiera entrar.

Thomas ingresó y cerré la puerta tras él. Estaba vestido con un saco negro, unos pantalones de jean y unas zapatillas blancas. Su perfume comenzó a invadir mi casa y supe que tenía que echarlo pronto si no quería ponerme a llorar delante suyo.

-¿Cómo pudiste ocultármelo?- recriminó.

-¿Perdona? ¿Quién crees que eres para venir a señalar mis actos luego de como te comportaste?-

-No cambies de tema Anne, ésto es importante-

-Claro que lo es, pero lo de hoy también-

-¿Por qué no me lo dijiste?- insistió.

-Porque dijiste que no querías tener una familia, jamás. Que no servías para eso- elevé mi voz.

Abrió los ojos un poco, sorprendido, no esperaba que recordara sus palabras.

-Anne yo...-

-No me importa lo que tengas para decirme Thomas. Lo nuestro se acabó-

-¿Ibas a mantenerlo en secreto?- volvió a insistir. ¿Por qué le dolía tanto?

-No había decidido que hacer. Me enteré ayer y luego sucedió lo del ataque... Y hoy... Bueno, ya sabes- lo miré con odio.

Tomó su cabello entre los dedos, un gesto que hacía cuando estaba nervioso y no sabía que decir.

-Si lo hubiera sabido las cosas no habrían sido así...-

-No te atrevas a culparme- lo interrumpí señalándolo con mi dedo índice-No sé que motivos te llevaron a actuar así, pero sé que definitivamente no es mi culpa-

-Claro que no- ablandó su rostro y dió un paso hacia mi -No es tu culpa, es toda mía. Si pudiera explicarte...-

-No me interesa- en realidad si, pero estaba tan dolida luego de que le rogara prácticamente que me diera motivos, y me ignorara.

-Por favor, quiero aclarar las cosas. Éste bebé es muy importante para mí-

Me quedé dura. ¿Quería tenerlo? ¿Quería formar una familia?

-No te entiendo, no entiendo qué quieres de mí. Hasta ayer creí que me querías...-

-Te amo Anne, lo hago con todo mi corazón- interrumpió desesperado.

-Creí que no querías una familia- retruqué

-Fui un idiota, no sabía lo que era el amor cuando te lo dije, ni sabía lo feliz que iba a ser. Anne, cuando ví esa prueba de embarazo positiva, todo mi mundo cambió. Todo tuvo un sentido. Todos mis miedos desaparecieron, y sólo quise tenerte a ti y a nuestro hijo a mi lado-

Lágrimas comenzaron a salir de mi rostro. Estaba tan confundida y aturdida.

-Perdona pero no puedo entenderte- respondí.

-Déjame explicarte- tomó aire -Luego del ataque supe que no estabas a salvo a mi lado. Mierda Anne, eras tan pura cuando te conocí, cuando te vi despertar en aquella cama tan asustada y confundida. No tenías nada que ver con este mundo asqueroso. Fue mi culpa involucrarte y ni siquiera podía mantenerte a salvo-

-¿Y no tuviste mejor idea que alejarme?-

-No iba a ser para siempre, no hubiese aguantado estar sin ti...ni aunque quisiera. -dió otro paso hacia mi  -Solo pretendía salir de este mundo, y poder darte seguridad. Iba a volver por ti-

-No soy una muñeca para que elijas si quieres estar lejos de mi y luego acercarte. ¡No puedes jugar así conmigo!-

-Lo sé, lo lamento tanto hermosa- una lágrima rodó por su mejilla -No sabes el dolor que me atravesó al verte llorar-

Si antes habían brotado tímidas lágrimas de mis ojos, ahora era un océano.
No podía dejar de sollozar, y él también limpiaba sus lágrimas con el dorso de la mano. Lo conocía, podía ver en sus ojos la verdad en lo que me decía. Éste era el Thomas que conocía.

-Por favor perdóname- insistió y dió otro paso hacia mí.

-Yo...-murmuré entre mi llanto.

Mis ojos se dirigieron a sus labios. Estaban entreabiertos. Nuestra distancia era tan corta que podía sentir su tibio aliento.

Él también miraba mis labios. Con deseo, con anhelo, con desesperación.

Miró mis ojos y no sé que vió en ellos, ¿Quizá seguridad?

No sé, solo sé que algo muy fuerte debieron transmitir. Porque en cuestión de segundos tomó mi rostro entre sus manos y me dió un apasionado beso.

¿Qué quieres de mí? (1° Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora