38

40.7K 1.8K 74
                                    

Nuestro beso estaba mezclado con muchas cosas: lágrimas de lo dos, deseo, tristeza, alegría, esperanza, amor.

No podíamos separarnos, tampoco queríamos.

Thomas se alejó unos centímetros y aún tomando mi rostro en sus manos me dijo:

-Estoy loco por tí, por tu belleza, tu dulzura, tu pasión al hacer lo que amas.  Todo de ti me enamora. Por favor, perdóname por haberte lastimado- volvió a besarme. Y yo no lo detuve.

Había necesitado mucho sus besos, y las hormonas no ayudaban.

-Prometo no volver a lastimarte. Voy a cuidarte de todo, voy a protegerlos a los dos-

-No quiero que vuelvas a separarme de tí- respondí

-No lo haré, no aguantaría ni dos minutos lejos de ti-

No supe que decirle, así que volví a besarlo. Sentí que las palabras ya sobraban.
Con los gestos podíamos transmitir nuestras emociones, nuestra desesperación, cuanto nos habíamos extrañado.

Lo notaba en sus manos torpes y rápidas moviéndose por todo mi cuerpo. Lo notaba en mi corazón acelerado y la respiración agitada.
Y lo noté cuando terminamos enredados en las sábanas de mi cuarto.

No podíamos estar lejos el uno del otro. Y en cierto modo, eso me dió mucha paz.

🌼🌼🌼🌼🌼

Desperté confundida. Sentía unas caricias en mi vientre pero mis manos estaban quietas.

Abrí mis ojos y encontré las grandes manos de Thomas deslizarse sobre mi piel.

Mi corazón se aceleró.

-Buen día hermosa- susurró besando mi cuello. 

-Buen día amor.- respondí acariciando sus manos.

-Es increíble saber que una vida crece en tí, producto de nuestro amor-

-¿No tienes miedo?- pregunté temiendo un poco su respuesta.

-No. Bueno... Si, los miedos normales de todo padre primerizo - rió achinando sus ojos - Pero estoy muy feliz. No veo la hora de conocerlo. Gracias por darme una familia- miró mis ojos.

Rápidamente giré mi cuerpo y lo abracé con fuerza.

-Tenía tanto miedo de cómo lo ibas a tomar...- confesé.

-Lo sé. Yo también- rió -Pero quiero que sepas que siempre puedes confiar en mí. Prometo dejar de ser tan estúpido-

-Okey- reí -Ya no me iré si me echas- me burlé

-No te echaré nunca más- murmuró aprisionándome entre sus fuertes brazos.

Su teléfono celular comenzó a vibrar.
Thomas bufó y lo tomó de la mesa de luz.

-¿Hola?- respondió.

Se escuchaba una voz aguda que gritaba del otro lado del teléfono. Sonreí al reconocer a Sam. Moría de ganas de verla y contarle que formaríamos una familia.

-Si, estoy con ella. No grites. Nos reconciliamos. Si, lo sé, soy un idiota, si - me observó rodando los ojos y haciéndome reír. Asentí con la cabeza para molestarlo aún más -Si ya me dij... ¿Tu lo sabías? ¿Y cómo no me dijiste cuando la eché?- frunció el ceño.

Ups. 

-En casa vamos a hablar Sam. En un rato vamos, adiós- colgó.  -¿Ella sabía?- se dirigió a mí ahora

-Necesitaba conseguir un test-

-¿¡Ella tenía uno?!- su rostro se puso rojo.

-No Thomas- mentí pronto -Fue a comprarme uno-

-Ah, okey- suspiró aliviado. Pobre, si supiera.

-¿Vamos a volver a la casa?- cuestioné preocupada -¿Es seguro?-

-Si. Anoche cuando venía hacia aquí solucioné todo. Tripliqué la seguridad. Será temporal, lo prometo. Luego nos iremos lejos, dejaremos todo atrás. Necesito un tiempo más. ¿Puedes esperarme?

-Toda la vida- me acerqué lentamente y lo besé.

Luego de unas horas donde permanecimos acostados riendo y besándonos, nos pusimos de pie dispuestos a volver.

Armé de nuevo mi mochila y con una sonrisa abandoné una vez más ésta casa, para ya no volver.

🌼🌼🌼🌼🌼

En cuanto atravesamos la puerta, Sam me abrazó con fuerza.

-¡Por Dios como te fuiste sin decirme!-

-Lo lamento- la abracé dejando caer mi mochila.

-No lo vuelvas a hacer-

-Lo prometo. Gracias por no decirle nada a Thomas- agradecí con sinceridad.

-¿Disculpa?- habló el susodicho.

-No era mi trabajo- respondió mi amiga riendo. -Vamos a comer algo, tenemos mucho que hablar-

-Oh si, muero de hambre. ¡Cuánto te extrañé!- respondí

¿Qué quieres de mí? (1° Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora