ANGIE
Diablo sujeta mi muñeca impidiendo que le entierre el cuchillo más profundo. Siento la sangre deslizarse por mis dedos cuando me quita el cuchillo y lo tira al suelo
- Ahora sí me las vas a pagar, Reinita- gruñe- si no te calmas pues yo te calmo- me toma fuerte de la base del cabello y me arrastra hacia dentro
- ¡Sueltame!- le grito tratando de liberarme de su agarre
- Vas a aprender a respetarme por las buenas o por los malas, puta.
Aún me siento rabiosa y lo único que quiero es incendiarlo a él, a la casa y a la maldita Isla.
Al entrar a la casa logro zafarme de su agarre, le hago frente y lo abofeteo
-¿Porqué demonios no te mueres?- grito frustrada.
La sangre mancha toda su playera a un costado pero a pesar de toda la sangre el corte no fue profundo, así que no creo que se muera por ello.
- Porque eres una na inútil hasta para matarme- me agarra del cuello- te lo dije, Reinita. Deberías de dejar de jugar a ser la mala.
Sin aviso me levanta del suelo y me lleva cargada hacia su habitación. Lo golpeo, pateo, muerdo y rasguño, pero el desgraciado es una maldita pared de concreto que no sé inmuta con nada.
- Tu pataleta solo me la pone dura, Reinita. ¿Qué harás al respecto?
La rabia surge con más fuerza...
Odio que sus palabras causen algo en mi interior...
¡Malditas ganas de que me folle de nuevo!
- Partirte las pelotas.
Ignora mi respuesta cuando entramos a la habitación, me deja en el suelo mientras cierra la puerta con llave. Se da la vuelta y se saca la playera dejando al descubierto su abdomen tatuado, mis ojos se desvían hacia la herida que le hice pero su abdomen tatuado se me antoja tan atractivo que lo único que quiero es pasar mi lengua y lamer cada diseño en él.
¿Cómo es posible que me caliente tanto?
- estás sangrando- me señala y rápidamente miro hacia mi muñeca. Tampoco es profundo el corte.
- Sangro todos los meses, idiota- espeto restándole importancia- Déjame salir.
Me desconcierta estar encerrada aquí con él a medio vestir, juro por Dios que quiero matarlo.
- Te dije que aprenderías a respetarme y aún no he terminado contigo- se acerca peligrosamente a mí. Doy pasos hacia atrás aprisionandome a la pared.
La puerta está lejos de mi alcance, Díablo me atrapa contra la pared, intento patearlo en las pelotas pero me lo impide atravesando su rodilla entre mis piernas.
Nuestros ojos se encuentran en nuestro constante desafío.
-¡Te odio!- espeto
- El sentimiento es mutuo, puta
-¿En verdad crees que me ofendes diciéndome así?- era absurdo que pensara eso.
No responde.
Su mirada se oscurece mientras se lame los labios.
No es necesario que me toque para mojarme, sólo con mirarme me pone a temblar las piernas.
La garganta se me seca y ansío su tacto en mi piel. Diablo parece entender el mensaje ya que desliza su dedo índice por la abertura del albornoz.
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Nuestro Infierno
RomansaJacob "Diablo" Vadkir... Él es sexy, guapo, arrogante y despiadado... Muchos dirían que no tiene corazón y francamente no lo tiene por algo lo apodan Diablo. Es el delicuente más buscado, jefe de un gran cartel de la mafia. Diablo trafica todo lo...