CAPÍTULO 39

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Diablo

La rabia me invade luego de su confesión, la muy maldita me ha estado viendo la cara con intención de escapar y eso es algo que no voy a permitir.

Me salgo de ella detallando su rostro, me excita querer romperle el cuello mientras la follo. Sé que a ella también le gusta porque su sexo empapado me lo confirma.

Acaricio sus senos expuestos y se me derrite la boca, quiero lamerlos y no me contengo en hacerlo prendiendome en su pezón.

Me deleito chupando y mordiendo, dejando marcas en toda su piel y si no fuera porque está desmayada me la cogiera de nuevo.

Me levanto de la cama en busca de mi teléfono, es necesario que hable con Mike ya que Adrián está ocupado con otros asuntos.

— ¿Cómo và todo?— contesta enseguida— ¿Se lo creyó?

— Al pelo— salgo de la habitación, pues no me fío de esa puta.

— Necesito que suspendas la entrega a los Cárdenas hasta que regresemos

—¿ Porqué? ¿Sucede algo?— pregunta

Pienso un momento antes de contestar, sé que uno de mis hombres me está traicionando y ya no sé en quién confiar.

— La entrega la quiero hacer yo personalmente— digo al final—… también necesito que me averigües cuáles son las propiedades de Lion, todas. En especial dónde se queda actualmente.

Está bien, pero dime qué está pasando— insiste colmando mi paciencia.

— Yo sé lo que hago. Tú sólo prepara todo, incluyendo varios hombres...— le ordeno—. Hombres de verdad, Mike, no nenitas asustadas.

Hecho, ¿A qué hora paso por ti?— checo la hora en mi reloj antes de contestar.

— Nos vemos en el avión

Scott llamó— la sóla mención de su nombre hace que quiera molerlo a golpes de nuevo.

— ¿ Noticias?— pregunto

Después de la fiesta y de nuestro altercado lo envié a las Vegas a cumplir su papel, el objetivo es no levantar sospechas e ir preparando el terreno para el regreso de Angie.

Sí, consiguió a la prima de Angie y vá en camino a las Maldivas.

Pensé que conseguir a ésa mocosa me daría más dolores de cabeza.

— ¿ Así de fácil?

La tenían los Reyes, de hecho estaba trabajando en el club, cosa que me resulta sospechosa. Scott dice que no le inspira confianza esa cría.

Ningún Reyes inspira confianza.

— Ésta bien, te llamaré luego.

Cuelgo la llamada regresandome a la habitación. Aún tenía muchas cosas que hacer y la primera era terminar con la escoria que está en el sótano.

Mí teléfono suena con una llamada de Sasha la cuál ignoro. No estoy para sus estupideces ahora.

Observo a la chica que yace en la cama y me maldigo por querer devorarla. Definitivamente es imposible que ésta perra sea tan tentadora.

Se revuelve en la cama llevando las manos hacia su cuello cuando abre los ojos. Mis manos están allí marcadas y eso es algo que me la pone dura.

— Tu prima vá rumbo a las Maldivas, y en vista de que Alana está con los Cárdenas, ya no tienes nada que buscar en las Vegas— le informo.

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