Capitulo 2: ¿Alianza?

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Sí se comparara un antes y un después en Marineford, todos opinarían que el infierno mismo se había desatado ahí mismo. El antes imponente cuartel, ahora no era mas que escombros, sangre y cuerpos por todos lados, tanto de piratas como de marines pero sobre todo eso, se podían distinguir dos figuras imponentes.
Una de ellas era enorme, era aquel al que se le consideraba el hombre mas fuerte del mundo y la otra mucho más pequeña y menuda, pero que en pocos minutos habia acabado, con la mitad de los marines y con dos de los tres almirantes; Aokiji y Kizaru estaban ya inconscientes, el único que, a duras penas se podía mantener en pie era Akainu.

-Oye anciano- dijo la figura más pequeña, acercándose al hombre, haciendo que esté volteara a verla- Ya no haces falta aquí, tu hijo esta a salvo y los otros están en camino, solo faltas tu...

-Eres valiente niña pero...- el anciano sólo regreso su mirada al frente- He decidido...

-Ya suficiente sangre se a derramado- interrumpió la joven, sorprendiendo al anciano- Aquellos que debían estar a salvo, lo están. Ya no hay nada más que hacer aquí.

-De acuerdo pero mi única condición es que tu también vengas- la joven asintió.

-Pero usted irá primero- al ver lo terca que era esa niña, shirohige no hizo mas que asentir.

El hombre estaba apuntó de girarse, cuando se percato de que Akainu quería atacar a la joven, que se encontraba de espaldas. Esta se percató, tomó impulso y de una patada, le hizo retroceder; los comandantes de shirohige se acercaron rápidamente.

-¡Vamos, sáquenlo de aquí!- espetó la chica, preparandose para enfrentar a Akainu- Les dare el tiempo suficiente para que todos suban al barco...

-¡Pero...!- intento hablar Marco mas una mirada de la chica bastó para que guardara silencio- De acuerdo, ¡vamos padre!

Y aun con shirohige un poco renuente, se dirigieron hasta al barco y lo abordaron.

-¡No permitiré que salgan de aquí con vida!- grito Akainu con gran rabia-¡Mucho menos tu!

El hombre se abalanzó contra la joven, que empezaba a impacientarse ante la actitud del almirante.

-Muy bien, como gustes- exclamó la joven, su paciencia había llegado al límite-¡Eres hombre muerto Akainu!

La joven se lanzó hacia el almirante, que se encontraba cansado, así que para la joven no tuvo problema en esquivar el ataque para luego contraatacar, dandole un patada (con su pierna rodeada de fuego) al almirante en la zona del cuello.
Akainu quedo en el suelo, con una herida que sangraba profusamente y con una clara señal de quemadura; la joven se acercó, su brazo sé puso de color negro para luego rodearse de fuego, sin embargo Sengoku la detuvo.

-¡Ya es suficiente!- todos pararon de pelear y le prestaron atención- Esta vez ustedes ganaron, ya se a derramado suficiente sangre; pueden irse...

Todos se habían quedado pasmados; la joven no se percató de que el den den mushi seguía transmitiendo y de que ahora la enfocaba a ella, Marco al ver que nadie se movía empezó a dar ordenes.

-¿¡Qué esperan!?- el grito saco de su asombro a sus compañeros-¡Es hora de irnos!

La chica se quedó parada un momento mas, para cuándo se volteó buscando su deslizador, notó que este se encontraba a bordo del barco de Shirohige.
El barco empezó a moverse, con dirección al océano; una vez verificó que ningún marine estaba obstruyendo el camino, se encarrero y de un salto llego a la cubierta del Moby Dick, todos estaban sorprendidos, después de todo aquella chica había, literalmente, acabado con la marina, al verse a salvo, se permitió relajarse un poco, ocasionando que todo el cansancio generado llegará de golpe, y haciéndola caer de senton.

TU ERES MI HERMANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora