Capítulo 38 Una faustosa fiesta

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Cuando Terry y Candy regresaron a Londres el Duque de Granchester fue personalmente a recogerlos muy contento de recibir a sus hijos, había aprovechado el tiempo muy bien moviendo sus influencias para que Terry fuera considerado en alguna compañía de teatro cercana a la corona, no tuvo que esforzarse mucho ya que todas la compañías de teatro sabían de la capacidad actoral de Terence. Era conocido por su calidad interpretativa, las noticias sobre ello  habían llegado incluso antes de su primera gira como Hamlet .

La nobleza inglesa estaba entusiasmada por la novedad de que se presentase a una condesa estadounidense y la verdad era que comentaban detrás del Duque de la suerte de su primogénito y de su casa, al saber que no podría ser Duque, sin embargo el pragmático hombre no perdía la esperanza de convencer a su primo Jorge de lo contrario, Terry era demasiado atrayente para no ser considerado como un miembro de la nobleza.

El Duque aprovecharía la fiesta de reconocimiento que le harían a otro miembro de la nobleza por haber contribuido en el fabuloso descubrimiento de la tumba del Rey Tutankamón, fiesta a la que habían sido invitados toda la familia Granchester como era de esperarse.

Al regresar de sus hermosas vacaciones en Escocia, Terry y Candy tuvieron que asistir a la fiesta del rey Jorge V en honor a Howard Carter famoso arqueólogo y George Herbert 5to conde de Carnarvon quién había sido uno de los mecenas para el descubrimiento de la tumba del rey Tutankamón y había muerto en el Cairo el 5 de abril de 1923, en un aurea de misterio, con una leyenda de la maldición de la momia. Con el fin de hacer olvidar tamaña locura y dar más énfasis en el enorme descubrimiento se daría un homenaje póstumo al noble fallecido un año antes.

Lady Evelyn Beauchamp, hija del Conde Carnarvon, era una joven de la edad de nuestros protagonistas era la invitada principal, La joven se destacaba por su alegría y espíritu aventurero, demostrando su valentía al participar del descubrimiento del Rey egipcio, sin embargo la muerte de muchos miembros de la expedición había enturbiado el descubrimiento, Surgiendo numerosas leyendas acerca de las muertes misteriosas después de haber abierto la tumba. La Leyenda de una maldición crecía con el tiempo, el pueblo inglés hablaba más de las muertes que del descubrimiento en sí , cosa que estaba molestando a los personajes cultos de la época, al hermano de lady Evelyn el nuevo Conde de Carnarvon y por sobre todo a la corona inglesa.

Cuando el Duque les participó de la invitación a nuestros protagonistas a la mencionada reunión Terry no estuvo muy contento, se imaginaba que todos los curiosos no le quitarían la vista de encima a Candy y temía que eso intimidara a su esposa, no deseaba que nadie la perturbara con algún comentario desafortunado o mal intencionado, pero su esposa mostró una alegría muy propia de ella y entusiasmo por la oportunidad de conocer a los reyes.

Candy Se preparó especialmente para la reunión, pidiéndole al duque que la ayudara. Para esto su suegro contrató una maestra de protocolo, quien no tuvo mucho trabajo con nuestra rubia ya que Candy había pasado muchos años bajo la estricta mirada de la tía abuela Elroy quién no perdía el tiempo de encontrarle algún defecto a su conducta, para ella impropia de una señorita, A veces era su forma de pararse, de sentarse o simplemente de mirar. Para que esto no sucediera con regularidad y evitar que Albert, su padre adoptivo, se sintiera avergonzado por su comportamiento, Candy se había esmerado especialmente en aprender los buenos modos de una señorita de la familia Ardley  pero la nobleza inglesa era otra cosa y había ciertos detalles con respecto a los Reyes que Candy debía conocer.

El Duque de Granchester tenía otro sorpresa preparada y días antes de la fiesta llegó a la mansión de su propiedad, con Eleanor quién arribó de los Estados Unidos para pasar unas vacaciones con su hijo y Candy, aunque dentro de su corazón también anhelaba ver a Richard.

Cuando apareció en una elegante cena preparada por el Duque para homenajear a la dama en el palacio, nuestro jóvenes amigos no lo podían creer, Candy saltaba de felicidad y Terry estaba gratamente complacido, fue una cena solo para los cuatro , ya que los medio hermanos de Terence seguían internados en el colegio San Pablo y saldrían dos días antes de la fiesta para poder asistir a tan importante acontecimiento.

Recuerdos y esperanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora