Llegó el lunes y con él, la cita con Isaac. Nos vimos en el cine y entramos a ver una película de acción, las cuales no son mis favoritas pero no quise verme grosera ya que se veía que era la mejor opción en cartelera.
Nunca he sido una chica de novios. Tuve uno a los trece años, su nombre era Erick. Le di mi corazón y mi primer beso, a los dos meses me dejó por otra. Y ese fue el fin de mi vida amorosa.
Lou decía que tenía la mala costumbre de convertir a mis posibles novios o pretendientes en mejores amigos. Al punto en el que tenía muchos mejores amigos y ningún novio en 19 años.
Así que estaba acostumbrada a salir sola. Estamos hablando que ni siquiera tenía citas. Entonces esto era todo muy nuevo para mi
- ¿Quieres algo de la dulcería Isaac?
- ¿Tú quieres algo?
- Mmm, palomitas.
- ¿Te importa si compartimos el refresco?
- No.
Pedimos unas palomitas grandes y un refresco con dos popotes. Muy romántico para mi gusto.
El problema fue al pagar.
- Son $178
- Oh, permíteme.
Saqué mi cartera, la cual ya tenía preparada y le pagué.
- No tienes por qué hacerlo, yo me hago cargo.
- Tu invitaste las entradas, yo las palomitas.
- No se trata de equidad.
- No importa, ya pagué.
- ¿Siempre eres tan terca?
- Sólo cuando quiero serlo.
La película, ni le puse atención porque Isaac me estaba lanzando palomitas todo el tiempo. Yo trataba de regresarle algunas pero me preocupaba el estado de mi cabello. A nadie le gusta su cabello lleno de mantequilla.
Cuando terminó la película me acompañó hasta mi auto.
- ¿Qué te pareció la película?
- Estuvo buena.
Se acercó y tocó mi cabello.
- Mmm, tienes una palomita por ahí.
- Si, un niño pequeño se la pasó lanzándome palomitas toda la película.
- Bueno es entretenido.
Se acercó mucho a mi rostro y por un segundo pensé que me daría un beso pero nada. Se alejó y no supe muy bien cómo reaccionar.
- Bueno, conduce con cuidado.
- Si tu igual.
Y me dio un beso en la mejilla, bueno algo es algo.
De verdad pensé que esto sería todo, una cita fallida más. Jamás te imaginas que la persona que tienes frente a ti, esa primera vez, pueda llegar a ser la clave de todo tu futuro. Nunca imaginamos el impacto que otras personas tendrán en nuestra vida o el que nosotros mismo tendremos.
Algo parecido me sucedió con Isaac.
No sabía muy bien porque seguía saliendo con él. No porque él fuera una mala persona, parecía muy decente pero siempre que teníamos otra cita yo juraba que sería la última y entonces me volvía a invitar y yo volvía a aceptar.
Para la novena, quizá la décima cita habíamos apostado acerca del marcador de un juego en la tv y como gané me tenía que llevar a patinar en hielo. Aquí es donde entra una parte importante de su persona, ya que aprendí que Isaac es muy competitivo al igual que yo.
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Las personas vacías no aman
Genç KurguA través de una serie de experiencias nuevas Alex decide que quiere vivir al límite, quiere comerse el mundo pero no cuenta con que descubrirá la oscuridad en la que vive y los fantasmas con los que carga, cayendo así en situaciones peligrosas y rom...