Amelia

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Amelia Ledesma, 29 años. Es una detective de la policía estatal que se especializaba en misiones encubiertas.

Desde muy joven en la academia, demostró aptitudes para misiones de ese estilo. Ella sabía que se quería dedicar a algo en que pudiera ayudar a las personas y fue que decidió apenas cumpliendo la mayoría de edad, reclutarse buscando ese objetivo.

Cuando sus superiores empezaron a notar responsabilidad, seguridad, valentía, compañerismo, habilidades físicas y sobre todo su gran control emocional en situaciones adversas; fue enviada para una prueba (que realmente era una misión).

A partir de ahí no regreso más a la academia y se quedó en ese departamento, dónde después de unos años subió al rango de teniente, la más joven de todo el distrito.

Sin embargo, hace apenas un año; ella junto a otras dos compañeras que estaban en una misión fueron traicionadas y para huir de la trampa se vieron envueltas en un tiroteo donde una de las mujeres perdió la vida. Amelia no lo supo hasta 4 meses después que consiguió salir del coma a causa de haber sido alcanzada por una bala.

A pesar de las miles de horas que la capitana y su compañera Marina (compañera que sobrevivió con heridas leves gracias a Amelia) pasaron diciéndole a la morena que se tomará un año o dos de licencia en el trabajo, que el departamento se encargaría de todo y que la estarían esperando hasta que estuviera lista; La de ojos color verde oscuro se hizo como si no escuchara nada, se metió a un régimen de ejercicios y dietas para estar recuperada físicamente lo más pronto que se pudiera.

8 meses después.

-"Me han dado luz verde en las tres clínicas a las que quisiste que fuera a hacer exámenes físicos, estoy lista capitana" le dijo Amelia una vez que entró sin permiso a su oficina.

La capitana Benigna, que representaba un modelo a seguir para la morena, no sólo por todas las grandes misiones que habían estado a su mando, sino también por el gran voto de confianza que siempre tenía para su persona, levantó la mirada para ver a Amelia mientras dejaba a un lado los documentos que estaba revisando.

-"¿Felicidades por ti, ahora dime qué quieres? Por qué me vienes a interrumpir en horas de trabajo? Sabes bien que solo pueden verme gente que esté en labor" dijo la capitana de una forma seria pero suave, el aprecio que le tenía a Amelia era claro.

-"Me mandó a diferentes hospitales buscando que en alguno bloqueara mi regreso al trabajo, no preguntaré la razón, ¿sólo quiero que me diga cuándo es que puedo regresar? Estoy lista ahora mismo, puedo empezar enseguida" dijo la de ojos color verde decidida.

-"Que felicidad saber que tu cuerpo se encuentra lo suficientemente fuerte para trabajar, es lo único bueno de ser joven" dijo volteando a la ventana para luego añadir clavando la mirada en los ojos de Amelia, -"pero...haz ido a terapia?"

Amelia puso los ojos en blanco, ir a terapia se le hacía una pérdida de tiempo. Sabía que tenía un dolor, un sufrimiento que no la dejaba descansar por las noches.

Buscando sobrevivir fue que se puso como meta el regresar a ayudar a las personas, ya que no había podido salvar a su compañera, su amiga, su todo. En cada rostro que ayudará, estaría quizás un poco más cerca de poder perdonarse, pero '¿Existía un número de personas que salvar para poder superarlo?' Se preguntaba, estaba segura de que no.

-"Capitana, con todo respeto. Usted siempre se ha saltado cuando la mandan a reuniones terapéuticas. Todos nosotros tenemos que llegar a contarle cómo nos fue en esas aburridas actividades de superación personal para que haga su reporte." Dijo Amelia levantando las manos en son de paz una vez terminada la frase, estaba segura de lo que había dicho, pero conocía el carácter de la Capitana.

-"Y? Ese es problema de mi superior y tu problema es que yo soy tu superior" molesta contestó la capitana. Respiro y prosiguió ya que entendía que Amelia sufría por dentro. -"Quizás tus heridas físicas hayan sanado y realmente me alegro mucho por ti Amelia, nunca me has decepcionado...pero hasta que el Dr. Lee no me mande un documento oficial donde me aclare con lujo de detalle que estas listas, no quiero volver a verte por aquí" dijo sentenciando a la morena.

La capitana se levantó y fue hasta la puerta, la abrió y con un movimiento de brazo invito a que Amelia saliera de su oficina.

La de ojos verdes, apretando los puños por la impotencia sabía que no había nada más que hacer ahí. ¿Por qué le hacían esto? ¿Era tan difícil dejarla intentar curarse ella sola? Pensaba Amelia, suspirando se convenció a sí misma que engañar a un psicólogo no podía ser tan difícil, de por si su trabajo se trataba de infiltrarse en otras personalidades un psicólogo sería mucho más fácil.

Regresaría pronto, se lo prometió a ella misma.

-"Está bien, yo misma le entregaré el documento" dijo Amelia volteando hacia la puerta y con un movimiento de cabeza se despidió.

Apenas había salido cuando la capitana le dijo:

-"No vuelvas a entrar a mi oficina sin permiso"

-"Entendido" dijo finalmente Amelia y salió de la oficina directo al consultorio del Dr. Lee.

Por una mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora