Amistades

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- ¿No me puedo divorciar simplemente porque no lo quiero como mi esposo?.- preguntó una Luisita frustrada.

- Lo siento rubia, las cosas no funcionan así. - contestó María Caballero.

Desde el principio, la doctora y la abogada buscaron el divorcio de mutuo acuerdo con la esperanza de que Sebastián entrará en razón y las cosas pudieran hacerse de manera rápida sin tener que entrar a juicio.

El asunto no sucedió como esperaban, María Caballero le comentó varias veces a la rubia que podrían buscar explicar que se casó por circunstancias medicas a las cuales llegó con engaños por parte del hombre pero Luisita no quería sacar eso, al final ambos eran personas que dependían de una opinión publica.

- Necesito divorciarme ya.

- Sería tan fácil que él te pidiera el divorcio...

Luisita volteó a verla confundida.
- Es decir, él tiene muchas razones por las cuales un juez sí aceptaría darle el divorcio pero tú sólo tienes...

- Ni empieces a mencionarlo María, no quiero involucrar a Amy.- dijo interrumpiendo a su amiga.

- Deberías hablarlo con Amelia...- dijo la abogada mientras veía como la doctora negaba con la cabeza. - Solo deben probar que tienen una hija fuera de matrimonio y que ahora tienes una relación de pareja con ella.

- Aunque no me diga nada, sé que Amelia se está empezando a impacientar- dijo sacando un largo suspiro. - Pero no creo que quiera que involucremos a Amy...o no lo sé, solo sé que yo no lo quiero hacer.

- Tal vez deberías de comentárselo, podríamos acabar esto más pronto de lo que crees.

- No.

- Mira Luisita.- dijo María Caballero mientras se levantaba de su escritorio para acercarse a la doctora.- Sebastián sabe que no quieres involucrar a tu hija, él sabe que con eso es la única posibilidad de divorciarte de él...ya que no lo quieres demandar por chantaje.

- No entiendo por qué hace todo esto, nunca he querido hacerle daño, no es mi culpa que no lo pudiera amar.

- Son impulsos a los cuales uno se aferra, pero Luisita.- dijo de manera seria.- Es involucrar a Amy o tener que esperar de 3 a 5 años sin que tengas contacto con Sebastián para poder procesar el divorcio por abandono.

- No María, eso es mucho tiempo.- dijo con la voz quebrada.

- Tranquila, lo vamos a resolver... pero quizás debas hacer las cosas de una manera diferente. Sebastián nos cree indefensas, está tomando a Amy como su escudo y...

- ¿Dijiste demandarlo por chantaje?.- la interrumpió.

- ¿Realmente quieres eso? Porque cuando te lo propuse te enojaste conmigo.

- Ay maldición, no, no quiero meterlo en problemas.

- En problemas ya está, ha caído completamente de mi gracia y de la tuya que quizás sea lo más importante.

- ¿Y si hablo con él?

- No Luisita, él dijo que no quería vernos.

- Quizás si lo veo a solas.

- Es una pésima idea, en primer lugar, dudo que Amelia quiera y en segundo temo que pueda ser peligroso.

- Pero quizás lo pueda convencer.

- No Luisita, no hagas cosas desesperadas, mejor piensa en decirle a Amelia lo de Amy. Creo que es nuestra única oportunidad si es que no quieres esperar más.

Por una mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora