— ¿A que le temes Chris? — Scarlett lo miró preocupada pues el hombre no dejaba de caminar de un lado a otro alrededor de la habitación sosteniendo su vaso de cerveza que probablemente ya se habia calentado.
— No creo ser apto para interpretar a un personaje tan importante como Steve Rogers — Chris hizo una mueca — no soportaría tener un colapso, además he vuelto con mi psicólogo, la ansiedad ha regresado.
Scarlett lo miró preocupada, ella mejor que nadie sabía de sus ansiedades y miedos incluso habia logrado detener algunas de ellas pues a lo largo de los años habian dormido juntos en varias ocasiones.
— Serás el mejor Capitán América, te juro que no te arrepentirás Chris, eres un gran actor — Chris la miró de mala gana— aunque digas que no, a veces no te das el valor que mereces cariño, pero se que puedes con esto y más, hablé con tu madre, me dijo que te convenciera.
— Se supone que yo debia escucharte, consolarte por tu divorcio y tu eres la que me esta apoyando a mí — Chris se sentó al lado de ella dejando el vaso en la mesa, se acercó a ella para abrazarla — ¿Como te sientes?
— Era algo que se veia venir, pero no lo quise ver, mi idea equivocada del amor — la mujer suspiró, se recargó en el hombro de Chris — ambos hemos tenido mala suerte.
Chris asintío en silencio, él habia llegado a amar a otras personas, pero tambien la amaba a ella, pero se habia prometido a si mismo nunca decírselo.
— Siempre quedamos solo tu y yo juntos, quizá aquello sea una señal — Scarlett se acercó a él besándolo, necesitaba un consuelo, sentirse amada y él la hacia sentir así.
— Quizá.
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El éxito arrasó con ambos, Chris Evans escaló hacia la cima del éxito por su papel como Steve Rogers, nuevos proyectos se sumaban a su carrera y no podia estar mas feliz, al igual que Scarlett quien había recibido su estrella en el paseo de la fama en Hollywood.
