Scarlett reia a carcajadas mientras corría alrededor de la sala seguida de Dodger quien contagiado por la alegría de los presentes ladraba eufórico.
En los últimos días aquella estampa familiar era muy común; Scarlett y Chris eran inmensamente felices en aquel nido de amor. El susodicho corría detrás de ella con betún en su mano con el propósito de mancharla.
— ¡Has jugado sucio mi amor! Debes pagar.
La rubía negaba con la cabeza hasta detenerse detrás de la barra de la cocina agotada por tanto reir y correr.
— Esta bien, me rindo — alzó sus manos al aire — pero no me ensucies corazón.
Chris sonrió embobado al escuchar decirle aquello, limpió el betún de su mano y se acercó hacia su chica atrapandola en sus brazos haciendola soltar un chillido.
— ¿Cómo me has dicho?
Scarlett le sonrió tomando con sus manos las mejillas rasposas de su novio.
— Corazón, mi corazón.
— Te amo mi amor, sigo sin creer que sigas acá — Chris suspiró el dulce aroma de su chica para después acercar sus labios a los de ella — esto parece un sueño del cual no quiero despertar.
— Es la realidad, aqui estoy y no me iré — Scarlett besó la punta de la nariz del hombre — pero lamento informarte que debemos regresar a nuestra rutina, si mal no recuerdo usted tiene rodaje en Londres.
Chris arrugó el ceño mientras caminaba con Scarlett enredada en su cadera rumbo a su habitación.
— Acompáñame, no tienes proyectos.
Scarlett negó con la cabeza mientras era depositada sobre las sábanas frías, se incorporó sobre la cama desnudandose aprovechando que Boston en ese mes era caluroso solían dormir en ropa interior.
— Creo que mejor te espero aquí en casa.
Chris se deshizo de su ropa hasta quedar en boxers, se acostó sobre las almohadas seguido de Scarlett quien se acomodó en su pecho.
