Boicots y Moscas de Bar

Regalos para la vista

Thomas POV

"Tíos, ¿tan difícil es tener algo de comida en el frigorífico? Quiero decir, venga, ¡ketchup, mantequilla y cerveza ni siquiera cubre un grupo alimenticio!" me quejé mientras cerraba la puerta de un portazo. "Ahora sé porqué siempre estamos en mi casa. Yo entiendo el valor de la comida."

Chris  puso los ojos en blanco. "Bien Thomas ¿Hacemos un viajecito al supermercado para que puedas enseñarnos los puntos más finos de comprar comida?" Las orejas de Alex  se levantaron a la mención del supermercado.

"Hey, ¡apuesto que podemos encontrar chicas buenas en el supermercado! Ese sitio está lleno de chicas. Siempre están allí comprando tonterías... vamos." Antes de que alguno de nosotros pudiera oponerse, cogió su abrigo y se fue a la puerta. "Venga tíos..."

"Creía que le habíamos prohibido elegir las zonas para cazar chicas buenas." Le murmuré a Chris mientras cogíamos nuestros abrigos.

"Bueno, realmente necesitamos comida, y quizás hará algo estúpido otra vez, podría ser bastante interesante..." Indicó Chris. ¿Cómo podría oponerme a ver a Alex  hacer el ridículo? Siempre era divertido, y siempre que estuviéramos lo bastante lejos de él, nadie sabría que estábamos juntos.

El aparcamiento del  supermercado estaba lleno. Alex intentó robarle a una mujer mayor el sitio pero ella bajó la ventanilla y nos gritó un montón de blasfemias mientras le daba a la bocina. "Realmente tienes un don para hacer amistad con las mujeres donde sea que vayamos Alex ." Me reí.

Cuando entramos en la tienda Alex  cogió un carrito mientras que Chris  y yo íbamos intencionadamente diez pasos por detrás de él. Hubieras pensado que Alex  nunca antes había estado en un supermercado, se acercó a las verduras y empezó a tocarlo todo como un niño pequeño.

Chris no pudo aguantarlo más. "Alex, suelta el kiwi y sigue andando."

"Pero son tan redondos y peludos... ¿Sabes a lo que se parecen? Se parecen a los huevos de..."

"Alex" le dije entre dientes inclinando la cabeza en la dirección de un niño de cinco años que le estaba mirando fijamente con asombro y terror. Su madre rápidamente le cogió de la mano y se lo llevó.

En un esfuerzo de salir de la tienda en menos de tres horas, le di a Alex  la sencilla tarea de encontrar una bolsa de manzanas y una sandía. Parecía lo bastante inofensivo, pero unos segundos más tarde, le vi siguiendo a una chica de nuestra edad, que obviamente acababa de salir del gimnasio, todavía llevaba unos ajustados pantalones de yoga y una sudadera con capucha. Alex echó un vistazo en nuestra dirección y nos saludó mientras señalaba la espalda de la pobre y confiada chica.

Le negué con la cabeza y Chris le indicó con la mano que se alejara de la chica pero nos ignoró. En vez de eso, cogió dos melones del mostrador que había delante de él y los sostuvo delante de su pecho como si fueran tetas y puso una cara tonta. La chica que él había estado siguiendo con los productos, se giró inesperadamente y vio a Alex, con pechos y todo, y le golpeó en la cabeza con la berenjena que acababa de escoger de la estantería, aplastándola sobre su pelo.

Alex dejó caer los melones y empezaron a rodar por el suelo. El encargado de los productos vio el intercambio entero y se acercó a Alex con una expresión seria en la cara.

"¡Hola señor! Tienen unos... melones muy buenos en esta tienda..." dijo embarazosamente Alex  al enfadado encargado.

"¡Esa era mi sobrina, tú pervertido!" gruñó el encargado mientras se acercaba más a Alex.

Chris y yo nos fuimos en la dirección contraria hacia los congelados, nunca mirando hacia atrás para ver lo que le había pasado.

Emma POV