Invitados

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EMMMA POV

Por la mañana, me desperté con el rico olor del café y el sonido de platos en el piso de abajo. Miré el reloj y me sorprendió que fueran más de las 10:00. Me bajé de la cama, cogí mi móvil, y corrí por el pasillo a la habitación de Carlie para ver si todavía estaba dormida. Llamé a la puerta y la abrí para encontrarla todavía acurrucada y encogida debajo del edredón verde.

"¡Carlie, buenos días!" dije suavemente mientras me sentaba en su cama, frotándole la espalda para despertarla.

"¿Chriss?" murmuró Carlie cuando empezó a despertarse.

Me reí. "Lo siento, soy Emma."

Abrió los ojos, se giró y se estiró. "Maldición, tenía esperanzas..." Se rió mientras se bajaba de la cama. "Buenos días. Que Dios bendiga a Renee por dejarnos dormir por la mañana."

"Voy a ducharme, pero esperaba que pudieras hacerme un favor..." Sonreí mientras botaba en el borde de la cama.

"Claro, ¿qué necesitas?" preguntó con una sonrisa maligna.

"¿Podrías cuidar de mi móvil, y si Thomas llama venir a buscarme?" pregunté con voz súper dulce, sonrojándome todo el tiempo, porque no podía creerme que le estuviera pidiendo esto.

"Por supuesto... siempre y cuando me devuelvas el favor cuando acabes de ducharte," dijo Carlie con una risa y un abrazo. "¡Qué par estamos hechas!"

Desafortunadamente, yo me duché y Carlie se duchó y la única llamada que tuvimos fue de Angela, que dijo que Vane estaba un poco mejor y que había conseguido que se comiera algo de tostada y zumo de naranja antes de irse del apartamento. Cuando nos duchamos y vestimos, con mi móvil bien guardado en el bolsillo, bajamos las escaleras y nos encontramos a Charlie en la cocina, tomándose una taza de café y leyendo el periódico.

"Aquí están. Buenos... días, señoritas," dijo Charlie, echándole un vistazo a su reloj para asegurarse de que todavía podía decir días.

"Buenos días," dijimos a la vez mientras nos dirigíamos hacia el café y la tarta que estaban en el mostrador.

"¿Dónde está mamá?" pregunté mientras me sentaba a la mesa, Carlie se sentó a mi lado.

"Ha salido para hacer un recado. Dejar unas toallas o algo así..." Murmuró Charlie mientras hundía más la nariz en la sección de deportes.

Carlie y yo desayunamos y teníamos el crucigrama a medio hacer cuando Renee llegó a casa, con los brazos llenos de bolsas de comida. "Chicas, chicas, chicas..." dijo con una sonrisa.

Uh, oh, se ha encontrado con alguien en el supermercado...

"Nunca adivinaréis con quien me he encontrado hoy..." empezó a decir mientras iba vaciando las bolsas.

Charlie sacudió la cabeza con entendimiento y susurró. "Ya empieza..." antes de irse al salón.

"Bueno, la verdad es que nunca lo averiguaréis, pero eso da igual... esperad hasta que veáis quien va a venir después... ¡¡y os he encontrado unos chicos!!" gritó. Carlie me agarró la mano con terror, mientras una imagen del Chico Babero le aparecía en la cabeza.

Si conociera a todos los que Renee ha traído a casa en los últimos años... saldría corriendo y gritando por la calle. Pensé para mí misma, mientras bajaba la cabeza, y me preparaba para la pelea que estaba a punto de empezar.

"Mamá... ahora mismo no estamos interesadas en chicos," dije con los dientes apretados.

"Oh, venga Emma, son monos con M mayúscula," dijo sonriendo. "Puede que cambies de opinión sobre este tonto 'Boicot'..."

Boicots y Moscas de BarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora