Ducha

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Thomas POV

El sol de la mañana entró en la habitación entre las pesadas cortinas. Emma estaba dormida a mi lado, su oscuro pelo caoba cayendo sobre su cara. Todavía estaba acurrucada; la calidez de su cuerpo junto al mío era la manera más maravillosa de empezar el día.

Mi memoria volvió a justo antes de que me quedase dormido y me reí en voz baja; Emma empezó a hablar de productos, posiblemente haciendo una lista de la compra, en sus sueños.

Suavemente le aparté unos mechones de pelo de la cara, revelando una sonrisita en sus labios mientras dormía. Cómo deseaba saber lo que estaba soñando. Realmente parecía un ángel durmiendo; una criatura más perfecta no podía existir.

Mis pensamientos recordaron la noche anterior – el jacuzzi, la cena, el postre, y finalmente, meterme en la cama con ella – y me encontré sonriendo. También recordaba la promesa que le había susurrado mientras se quedaba dormida. En lo más profundo de mi corazón yo sabía que algún día me casaría con ella, pero anoche me di cuenta, de que sin ella, no soy nada. Ella es mi otra mitad, mi mejor mitad, y cuando estoy con ella, soy el hombre que verdaderamente quiero ser.

Levanté la cabeza y vi que eran las 7:00 de la mañana, y sabía que Chris quería salir temprano, así que con resistencia intenté despertar a mi ángel durmiente. "¿Emma ? Emma cariño, ya es hora de levantarse." Cariñosamente la besé en la frente mientras se movía bajo mis labios.

"Cinco minutos más, mamá... sólo cinco minutos," murmuró mientras hundía la cabeza todavía más en la almohada, tapándosela con las mantas.

"Es hora de levantarse, Emma ," dije un poquito más alto, y con el sonido de mi voz, sacó la mano de debajo de las mantas, hacia mi boca y la empujó, intentando silenciarme como a un despertador.

"Shhhhhh, Toms. Estoy durmiendo, calla." murmuró sin abrir los ojos.

"Cariño, necesitas levantarte para que nos dé tiempo de ducharnos y vestirnos.  Chris quiere que nos vayamos temprano." Miré bajo las mantas y cuidadosamente se las quité de la cara. Le recorrí el brazo con la mano, sacudiéndola un poco.

"Thomas," gimoteó, acercando su cuerpo al mío y rodeándome con sus brazos y sus piernas. "Shhhh, vuélvete a dormir. Sujétame por favor... quedémonos aquí para siempre. Haz que carlie y  Chris se vayan..." su cálida mejilla estaba presionada contra mi pecho, y su respiración me hacía cosquillas en la piel.

Suspiré y la abracé fuertemente.

"Cinco minutos más, Emma . Te daré cinco minutos." Recorrí mis manos por sus brazos y costados. Mi camiseta, que llevaba puesta, mostrando la suave piel de su estómago y la parte baja de su espalda. No pude resistir la oportunidad de tocarla. Mis dedos lentamente recorrieron su piel, haciéndola tiritar.

"Thomas..." suspiró, su voz todavía sonando medio dormida. "Te amo."

"Yo también te amo, Emma ." La besé en la cabeza mientras nos quedábamos ahí tumbados, en los brazos del otro, cinco minutos más, antes de que intentase despertarla otra vez. "Emma cariño, ya es hora de levantarse. Necesitamos irnos pronto." Por mucho que odiase hacerlo, empecé a alejar sus pequeños brazos y piernas de mí.

"Dúchate primero; yo simplemente me quedaré tumbada en esta gran cama, toda para mí sola... Mm.," suspiró mientras batía las pestañas, mientras su boca se transformaba en una dulce sonrisa.

Mi mente al instante volvió a ayer en el cuarto de baño cuando la tenía presionada contra la puerta, mi camiseta sobre sus hombros, sin abrochar, invitándome a tocar su suave piel.

El teléfono sonó fuertemente, sacándome de mi ensoñación.

"Venga ya..." gimió Emma mientras se tapaba con la cabeza con la almohada. "¿No puede una persona dormir un poco...?"

Boicots y Moscas de BarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora